Buenos Aires, 15 de noviembre. El empresario Carlos Slim, el hombre más rico del mundo según la revista Forbes, manifestó su preocupación por la devaluación del dólar, mientras rechazó que exista una guerra de monedas, como señalan países como Brasil.

“Me preocupa que las presiones devaluatorias del dólar para tratar de resolver el problema de la balanza comercial de Estados Unidos están provocando volatilidad y, también, aumento en los precios de los commodities. Esto ocasiona presiones inflacionarias en todo el mundo”, afirmó Slim durante el seminario Crisis mundial: antes, ahora y después, que se realizó en Buenos Aires.

El dueño del Grupo Carso se refirió así a la cuestionada decisión de Estados Unidos de inyectar 600 mil millones de dólares en su economía, lo cual fue criticado por los países emergentes durante la última cumbre del G-20, que se realizó la semana pasada en Seúl.

Todos, excepto China y Estados Unidos, se dan cuenta que hay una guerra de monedas, afirmó el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, hace dos semanas. Sin embargo, Slim expresó una postura contraria: “No creo que haya guerra de divisas. Para nada, porque la única que se está devaluando es el dólar.

Se trata de una devaluación del dólar que genera gran volatilidad en los mercados de materias primas y si esto provoca inflación en los alimentos, puede ocasionar problemas en todo el mundo, explicó el hombre cuya fortuna fue valuada en 60 mil 600 millones de dólares.

El empresario indicó que lo que preocupa es el déficit de los países desarrollados porque, junto con la devaluación del dólar, provoca volatilidad y aumentos de los precios, que generan presión inflacionaria. Hay más gente consumiendo y demandando bienes.

Slim agregó que Minera Frisco sigue concentrada en México, pero está dispuesta a realizar inversiones en otros países latinoamericanos. A comienzos de mes, el conglomerado Grupo Carso, de Slim, acordó la escisión de sus activos mineros e inmobiliarios, lo que abrió el camino para la creación de Inmuebles Carso y Minera Frisco, que recibirán cada una transferencias de capital de la empresa original.

Son actividades que desarrollamos en México. El grupo Frisco (...) con los precios actuales de los metales está haciendo grandes inversiones en México, pero está abierto para invertir en otros países de la región, añadió Slim ante periodistas.

La escisión de los activos del Grupo Carso servirían para dar foco y aumentar el perfil de los negocios mineros de Frisco, según fuentes del sector.

El Grupo Carso, cuyo nombre es una combinación de los nombres de Carlos Slim y su fallecida esposa Soumaya, reportó en el tercer trimestre ventas por 19 mil 55 millones de pesos.

En momentos en que los precios de los metales suben, Slim impulsa desarrollos mineros a través de Grupo Carso, y Minera Frisco incorporará los activos de cinco minas y otros proyectos de ampliaciones.

Las plantas en operación que integrarán la minera tienen capacidad para procesar 93 mil toneladas diarias de mineral, entre oro, plata, zinc, plomo y cobre, según un documento publicado por la compañía. La minería está en precios quizás inusualmente altos, se vuelven muy atractivas las exportaciones de esos bienes, precisó Slim.

Durante su exposición en una conferencia en Buenos Aires, Slim manifestó preocupación con las presiones inflacionarias globales, que dijo están impulsadas por la debilidad del dólar. Es grave la especulación en materias primas, en alimentos, esto tiene efectos (...) tiene una fuerte presión inflacionaria (...) y la gente que tiene ingresos menores puede verse afectada, explicó.

Infraestructura

Slim dijo que también están mayormente concentradas en México las actividades de sus firmas de bienes raíces y de infraestructura, aunque en el último caso su presencia se ha extendido a Panamá, adonde el empresario mexicano viajará para inaugurar un proyecto hidroeléctrico.

Sin embargo, indicó, la empresa está organizada para hacer inversiones en infraestructura en Latinoamérica.

El magnate compartió la conferencia en Buenos Aires con empresarios argentinos de la energía y el transporte, entre otras actividades, y con el ex presidente del gobierno español Felipe González, y los ex mandatarios de Colombia, Belisario Betancur, y de Uruguay, Julio María Sanguinetti.