Teme posibles daños al patrimonio cultural
Lunes 15 de noviembre de 2010, p. 30
Guanajuato, Gto., 14 de noviembre. La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) no apoya el complejo inmobiliario, comercial y turístico que proyecta el municipio en las faldas de los cerros La Bufa, El Hormiguero y Los Picachos, afirmó el subdirector de Patrimonio Mundial del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Francisco Vidargas Acosta.
Por el contrario –dijo–, el organismo internacional está muy preocupado
y en diciembre o enero próximos enviará una misión reactiva ante el riesgo de que las construcciones afecten el entorno ambiental y provoquen una merma al valor universal de la ciudad de Guanajuato como Patrimonio de la Humanidad.
Vidargas respondió así al alcalde Nicéforo Guerrero Reynoso, quien se atribuyó el llamado a la UNESCO y la petición a su director de Patrimonio de la Humanidad
para que envíe al municipio la comitiva a fin de acabar con las miserias y mezquindades
que se oponen a las obras.
Según el funcionario del INAH, no sólo es falso que las autoridades locales hayan convocado a la UNESCO, sino que el munícipe priísta ni siquiera sabe el nombre correcto del director del Centro del Patrimonio Mundial
del organismo multilateral, pues dice que habló con su amigo, el embajador Bernardetti
, cuando el nombre del funcionario es Francesco Bandarin y en el portal oficial no aparece como embajador
.
De hecho, la UNESCO solicitó dos veces al gobierno federal un informe detallado sobre el proyecto avalado por Guerrero Reynoso, y Vidargas Acosta se reunió el 9 de noviembre con el munícipe y los dueños de la empresa Azacan, que construiría el complejo. Pedimos toda la información, pero sólo entregaron documentos del cambio de uso del suelo, no la copia del proyecto inmobiliario y cultural
, sostuvo el delegado del INAH.
Gracias al dictamen presentado por el departamento jurídico del ayuntamiento por órdenes del alcalde, el 13 de julio pasado se cambió el uso de suelo de la zona de conservación ecológica de 38 hectáreas que abarcan los tres cerros, a fin de que su dueño y director de Azacan, el empresario Alejandro Marcoccio Rodríguez, construya el conjunto sin pasar por la comisión local de desarrollo urbano, denunció a su vez Israel Cabrera, regidor del Partido Verde Ecologista de México.