Sábado 13 de noviembre de 2010, p. 8
El cantor es un payador que habla de la vida, pero de las cosas importantes, como los sentimientos y pasiones más profundas. En ese sentido, mi repertorio abarca temas de Atahualpa Yupanqui, Violeta Parra, Caíto y tantos otros cuya poesía tiene que ver con el mar de Alfonsina
, expresó Gerardo Leonardi, intérprete de origen argentino avecindado en México desde hace 20 años que hoy sábado se presentará en el Bataclán de La Bodega, en la colonia Condesa.
En este sitio Leonardi actuó hace cinco años con gran éxito, y la expectativa de esta noche parece halagüeña. Pocos intérpretes como él gustan tanto de cantar y de sentir un escenario. Varios grupos de amigos reservaron para seguir los pasos de Gerardo, quien con su disco Desde el alma concita estar al calor de una vela, el sabor fuerte de un vino y los coros de las tonadas que todos se saben.
Iniciará con Luca, uno de sus nietos que le ha dado un sentido profundo de lo que es la niñez sin criar, sin prisas, sin desveladas. Un nieto a estas alturas es una maravilla que merece una canción, pues me hizo pensar que este corazón, que yo creía lleno, ahora sé que tiene trozos todavía por llenar.
Diferencias
Reflexiona sobre la importancia y la necesidad de ser cantor en América Latina, aunque “sin emular a nadie; Mercedes Sosa en varios temas enfatiza el término, y yo me he ocupado también de buscar una definición. Soy cantor más que cantante porque éste se preocupa por la armonía, la vocalización y por sonar afinado; por supuesto, el cantor también es todo esto, pero en él hay sobre todo un compromiso.
“Como cantor, en mis presentaciones mis primeras dos canciones no hablo más y dejo que el público escuche una melodía. Creo que todo el mundo debería ser así. Esto es como una muestra de confianza para los autores, que merecen respeto y el derecho a ser oídos en silencio. Se asocia el canto del cantor con el trinar de un pájaro; hay definiciones religiosas, porque su misión es ayudar a los de fe más débil. En Argentina, el payador se presenta en pulperías –que no son pulquerías– sitios donde se sirve ginebra y asistían los gauchos. Hacía versos muy amoniosos, se peleaba y llegaba a plantear temas políticos.”
Gerardo Leonardi hará recordar la misión tradicional de los palladores. La cita es hoy a las 21 horas en el Bataclán de La Bodega, ubicada en la colonia Condesa; cover, 150 pesos.