Las instituciones de educación superior necesitan transformar la relación maestro-alumno y tienen el gran reto de reorientar la investigación por la verdad y la justicia hacia las necesidades de la sociedad en su conjunto, dijo el rector de la Universidad Iberoamericana (Uia), José Morales Orozco, al inaugurar el segundo Foro internacional de innovación universitaria.

Ante catedráticos de Colombia, Venezuela, Chile, Costa Rica, Estados Unidos y México, Morales Orozco dijo que otros compromisos académicos son la transformación de los entornos mediato e inmediato de las universidades y el fomento a la profundidad del pensamiento ante la globalización de la superficialidad.

Agregó que si las universidades desean continuar siendo fieles al adjetivo de universidad y al calificativo de calidad, requieren realizar una conversión intelectual, un cambio de mentalidad en los profesores, porque la docencia ya no debe estar centrada en el maestro, sino en el alumno.

Información versus pensamiento

Respecto de la innovación tecnológica, aseveró que, sin negar lo positivo que tienen las nuevas tecnologías, ellas propician la globalización de la superficialidad, porque el acceso fácil e inmediato a una cantidad grande de información está llevando a una falta de auténtica comunicación y a una carencia de pensamiento más profundo y crítico.

“Las universidades no sólo deben procurar el uso pedagógico de la tecnología y forjar el pensamiento profundo, sino deben asumir como compromiso institucional y social lograr que sus alumnos entren en contacto directo con situaciones como la pobreza y la marginación, porque la experiencia directa es la que lleva a la solidaridad ilustrada y bien informada.

Debe ser un compromiso de la universidad transformar su entorno mediante proyectos que tengan pertinencia social, porque hay que salir del individualismo de los investigadores que buscan más su proyección, expresó Morales Orozco.

Se sabe, abundó el rector de la Universidad Iberoamericana, que ningún conocimiento es neutro, pues siempre está condicionado por una serie de valores e intereses; sin embargo, aseveró, hay que medir las investigaciones por su impacto social.

La calidad de la investigación incluye la pertinencia social. La universidad se debe a la sociedad concluyó Morales Orozco.