Martes 9 de noviembre de 2010, p. 33
Gorleben, 8 de noviembre. Las protestas contra el traslado de 123 toneladas de residuos nucleares en un convoy ferroviario, considerado por ambientalistas el transporte más radiactivo jamás realizado
, se intensificaron hoy en Alemania. A pesar del arribo del tren a la última estación en Dannemberg, Alemania, con más de 24 horas de retraso, las manifestaciones obligaron a que la cámara baja del Parlamento alemán incluyera el tema de la energía nuclear para su discusión este miércoles.
Miles de personas intensificaron este lunes las protestas, las más numerosas en 12 años, contra el tren Castor, con residuos radiactivos que, de acuerdo con estimaciones de la organización ambientalista Greenpeace, tienen un potencial nuclear 11 veces mayor que la central de Chernobyl, los cuales previsiblemente llegarán a su destino final en una mina de sal ubicada en Gorleben, en la Baja Sajonia.
El tren ha tardado mucho más de lo previsto en realizar su recorrido, ya que Alemania es un país profundamente ecologista y durante el viaje, que empezó el viernes, desde una planta de reprocesamiento en Francia, el convoy enfrentó continuos bloqueos que se intensificaron al ingresar el sábado en territorio alemán.
Unos 20 mil policías fueron desplegados para que el tren pueda llegar a su destino en una acción que el vocero del Ministerio del Interior en Berlín, Stefan Paris, calificó de muy bien preparada
.
En Danneberg se reunieron 3 mil personas, jóvenes y mayores, agricultores y ganaderos que se concentraron desde el sábado y hasta el martes para taponar con mil 200 ovejas y 500 cabras las vías por donde llegaría el tren.
Con estas protestas, los manifestantes mostraron su rechazo a los planes del gobierno de centroderecha de la canciller Angela Merkel de prolongar por un promedio de 12 años la vida útil de centrales nucleares alemanas y de revocar el apagón
gradual hasta 2022 dispuesto en 2000 por su predecesor, el socialdemócrata Gerhard Shröeder (1998-2005), quien decidió cerrar las últimas 17 centrales alemanas en esa fecha.
Algunos manifestantes también temen que la mina de sal en Gorliben sea convertida en un depósito definitivo para residuos nucleares.
Los contenedores con desechos nucleares, que serán trasladados los 20 kilómetros finales en vehículos especiales por carretera, desde la última estación en Dannemberg hasta la mina de sal en Gorleben, se esperaban para la medianoche del lunes.