La capacidad de atención médica en el país está en riesgo por el cambio poblacional, que demanda especialistas en áreas no tradicionales, y por el elevado número de profesionales de la salud, más de 13 mil sólo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que se jubilarán en los siguientes cinco años. El problema, advirtió Enrique Luis Graue, director de la Facultad de Medicina de la UNAM, es que aún no se cuenta con un programa de planeación para la formación de recursos humanos.

A este panorama se suma la drástica caída que registra desde 2000 la contratación de médicos generales por la Secretaría de Salud (Ssa). Las necesidades en este sector se cubren con pasantes que prestan servicio social en las áreas rurales, principalmente, a cambio de una beca mensual de mil 100 pesos.

Hoy, dijo el funcionario, la mitad de las casi 11 mil personas que cada año egresan de las escuelas de medicina carecen de oportunidades para incorporarse al mercado laboral.

En tanto, las plazas para la formación de especialistas se mantienen en 6 mil desde hace tres años, pero todavía sin reforzar en las áreas que ya son necesarias para atender las necesidades de salud de la población.

Carencia de nutriólogos clínicos

En la 64 Reunión Anual de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, Graue expuso ante estudiantes y sanitaristas el panorama de la formación de recursos humanos para la salud. Se refirió, entre otros problemas, a la carencia casi absoluta de nutriólogos clínicos que ayuden a controlar el problema del sobrepeso y obesidad que afecta a 70 por ciento de los adultos y 30 por ciento de los niños. Al año egresan ocho de esos especialistas, indicó.

Algo similar ocurre en geriatría. Mientras el grupo de mexicanos que tendrán más de 60 años se habrá cuadruplicado en las siguientes dos décadas, la preparación de profesionales en esta rama apenas empezó a incrementarse este año, con la apertura de 58 nuevas plazas para geriatras.

Otro problema expuesto por Graue es el largo tiempo que se requiere para la formación de especialistas, entre 10 y 16 años desde el ingreso de los estudiantes a la escuela de medicina. Para varias de las ramas existentes, los médicos primero deben hacer tres o cuatro años de medicina interna.

Señaló la necesidad de modificar los planes de estudidio, a fin de incorporar materias optativas en áreas que no requieran de tantos años de estudio y, en cambio, se puedan ejercer al término de la licenciatura.

La Facultad de Medicina de la UNAM ya presentó una propuesta en ese sentido, la cual es analizada por los cuerpos colegiados de la casa de estudios. Graue explicó que las optativas se estudiarían en el último año de la carrera y luego los alumnos tendrían que prestar un año de servicio social en dichos ámbitos para luego ejercer.

En este caso estarían las áreas de nutrición y síndrome metabólico, prevención y detección de cáncer en la mujer, salud en el trabajo, cuidados terminales, calidad de atención, procuración de órganos y tejidos con fines de trasplante, y monitor de ensayos clínicos (farmacovigilancia).

Esta medida daría una opción a los alumnos, 86 por ciento de los cuales están interesados en especializarse, de acuerdo con una encuesta de la UNAM. También es una opción ante la próxima salida de los médicos que a corto y mediano plazos llegarán a la edad de retiro.

Información del IMSS señala que entre 2010 y 2015 se jubilarán 13 mil 50 médicos. En el periodo habrá 3 mil 963 plazas vacantes para cubrir la plantilla de nuevas clínicas y hospitales, así como necesidad de 2 mil 427 puestos para cubrir los programas prioritarios. En total, 23 mil 950 profesionales que deberán estar capacitados en las diferentes áreas, incluida la medicina general.