Con la instalación de su plantón frente a la Cámara de Diputados, a partir de este jueves los contingentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) reanudarán las jornadas de movilizaciones a lo largo del país para exigir la derogación de la Ley General de Educación –aprobada el mes pasado–, la cual da carácter constitucional a medidas que no fueron consensuadas con el sector magisterial.

El magisterio independiente expuso su plan de acción, que comprende la instalación de un campamento permanente de denuncia frente al palacio de San Lázaro, así como diversas movilizaciones en diferentes partes del país en lo que resta del año.

Asimismo insiste en demandar al gobierno federal el restablecimiento de la comisión única de negociación de la CNTE con la Secretaría de Gobernación e integrantes del Poder Legislativo, debido a que en la jornada de lucha de mayo y junio no hubo ningún avance”.

La disidencia se opone a la entrada en vigor de la Ley General de Educación (LGE), reformada en una veintena de artículos, porque prevé la aplicación de controles más reaccionarios en contra de los trabajadores de la educación, expresó César Mendoza, de la sección 10 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

El también integrante de la comisión de prensa de la CNTE detalló que en sus movilizaciones exigirán al Poder Legislativo anular las modificaciones a la LGE, que “hace ley el Acuerdo por la Calidad de la Educación y la certificación de docentes con base en el servicio civil de carrera, por lo que se aplicarán dos certificaciones a los profesores, que de no ser aprobadas, los dejarán fuera.

Sabemos que son modificaciones contra nosotros, porque también hace ley la participación de los padres de familia en los Consejos de Participación Social, dándoles la posibilidad de intervenir, tanto a nivel administrativo como técnico-pedagógico, para escoger o correr a los maestros que no les convengan, señaló.