Jueves 4 de noviembre de 2010, p. 24
Teherán. Irán acusó ayer a Occidente de usar como medio de presión
el caso de Sakineh Mohammadi Ashtiani, iraní condenada a muerte por lapidación por adulterio, tras el anuncio por comités de apoyo de una inminente ejecución que aparentemente no se produjo. Los occidentales son tan insolentes que transformaron el caso de Ashtiani, que cometió crímenes y traicionó (a su marido), en un caso de derechos humanos
, dijo Ramin Mehmanparast, portavoz de la cancillería. Ashtiani, de 43 años, fue condenada en 2006 a la horca por su implicación en el asesinato de su marido, y a lapidación por otros cargos de adulterio. La primera condena fue conmutada, pero la de lapidación fue confirmada en 2007 por la Corte Suprema.