Nueva York, 2 de noviembre. Barack Obama y su Partido Demócrata sufrieron hoy una derrota en las elecciones intermedias que cambiará la dinámica de poder en Washington y amenaza frenar, y posiblemente hasta desmantelar, la agenda política del presidente.

Por otro lado, en California, la medida para legalizar la mariguana fracasó en las urnas –según proyecciones–, aunque sus impulsores prometen que esto sólo es el inicio de los esfuerzos en este país contra las políticas prohibicionistas; consideran que el amplio apoyo que obtuvo la propuesta es un indicador de un triunfo en el futuro.

La primera mujer presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, tendrá que entregar su mazo de mando a un republicano (casi seguro será a John Boehner), y aunque los demócratas lograron mantener el control del Senado, será con un margen mucho menor al actual, con lo que el Congreso será una casa dividida.

Los republicanos de inmediato proclamaron los resultados como un referendo popular contra las políticas federales aplicadas en los últimos 20 meses. Boehner, quien es casi seguro que sea el presidente del nuevo Congreso, declaró esta noche: el pueblo estadunidense ha enviado un mensaje a Obama, y ese mensaje es: cambia de curso. Agregó que los republicanos ahora asegurarán que la agenda del pueblo sea nuestra agenda, al reducir el gasto y el tamaño del gobierno, recortar el presupuesto y generar empleos.

Tim Kaine, jefe del Partido Demócrata, comentó a NBC News: siempre hay cambios en tiempos como éstos, y aunque reconoció que fue una noche difícil para nosotros, insistió en que el mensaje enviado por el electorado es por mayor trabajo en conjunto entre ambos partidos.

Aunque tal vez tardará días conocer los resultados finales de más de 500 contendientes –entre legisladores y gobernadores–, esta noche ya se confirmaba una derrota amplia del Partido Demócrata, que ha controlado Washington durante los últimos dos años.

En esta jornada estaban en juego las 435 curules de la Cámara de Representantes, 37 de los 100 escaños del Senado y 37 gobernaturas estatales. Hasta ahora los demócratas tenían la mayoría en ambas cámaras y de los estados, pero este balance de poder hoy fue redefinido en favor de los republicanos, quienes al inicio del día necesitaban agregar por lo menos 39 curules (para alcanzar el número mágico de 218, la mayoría) y 10 espacios en el Senado.

En el transcurso de la noche, la ola republicana –aunque no llegó a ser tsunami– se fue revelando a lo largo del mapa nacional: fue de tales dimensiones que varios medios proclamaban desde temprano la conquista de la Cámara baja. Los republicanos necesitan aumentar 39 a su numero actual de 178 curules, y todo indica que obtuvieron más de 50 –podrían ser 75–. Aun así, no gozarán del margen de mayoría que hasta ahora tenían sus oponentes.

A la vez, triunfos clave de candidatos demócratas para el Senado dejaron claro que el partido de Obama continuará controlando el Senado –los republicanos no lograrán agregar los 10 espacios que necesitaban para obtener la mayoría, aunque ahora se acercaron más.

Harry Reid, el líder demócrata del Senado, apenas logró sobrevivir una competencia cerrada contra Sharron Angle, promovida por el movimiento ultraconservador Tea Party. Sin embargo, también había derrotas significativas, como la del veterano demócrata liberal Russ Feingold, en Wisconsin, quien ha impulsado reformas electorales y fue el único que se atrevió a emitir un voto contra el Acta Patriota impulsada por George W. Bush. Los republicanos obtuvieron el escaño por Illinois, ocupado por Obama antes de ganar la presidencia.

El llamado Tea Party, coalición suelta de corrientes populistas de derecha dentro del Partido Republicano, acertó triunfos desde temprano, cuando su candidato al Senado, Rand Paul, logró el escaño. A la vez, ayudó a promover la victoria para ese recinto legislativo del cubanoestadunidense Marco Rubio, de Florida, figura que ahora se convierte en una de las nuevas estrellas a escala nacional, y que ayudará a su partido con el voto latino en el futuro. Pero el Tea Party será una fuerza activa al impulsar varios de los triunfos republicanos en la Cámara de Representantes.

Los republicanos también conquistaron más gubernaturas (nueve al cierre de esta edición), con lo que ahora tendrán más que los demócratas (el balance hasta hoy era de 26 contra 24). Entre los triunfos más notables está el de Susana Martínez, en Nuevo México, quien se convertirá en la primera gobernadora latina en Estados Unidos. Pero organizaciones latinas no están celebrando, ya que Martínez no sólo se montó en la ola antimigrante del país, sino que ha prometido perseguir a indocumentados y apoya la ley Arizona. Martínez remplazará al político latino de más alto perfil del país, el gobernador Bill Richardson.

Otro republicano latino que triunfó esta noche es Brian Sandoval, quien gobernará Nevada. Junto con Rubio, en Florida, serían el trío latino de más alto perfil de los republicanos, algo que en el futuro podría dividir el voto de ese sector de la población.

En California, el demócrata Jerry Brown ganó la gubernatura, cargo que ocupó hace 28 años; Meg Whitman, la millonaria ex ejecutiva de Ebay, lo apoyó con más de 160 millones de dólares, haciendo que esta contienda fuera la más cara para ese puesto en la historia del país. La senadora Barbara Boxer prevaleció contra un fuerte reto republicano por Carly Fiorina, la millonaria ex ejecutiva de Hewlett Packard.

En Nueva York ganó el demócrata Andrew Cuomo, hijo del famoso ex gobernador Mario Cuomo. En Ohio, estado clave para las elecciones presidenciales de 2012, el republicano John Kasich triunfó sobre el gobernador Ted Strickland. Por lo tanto, no se puede concluir que hubo un giro hacia la derecha por los votantes, sino que las bases conservadoras estaban más movilizadas que las demócratas.

Uno de los resultados electorales más observados dentro y fuera de este país fue el de la iniciativa presentada ante los votantes de California para legalizar el uso personal de la mariguana y revertir las políticas de prohibición. Aunque durante meses gozaba de una ventaja en las encuestas, la Propuesta 19 no fue aprobada por los votantes, según proyecciones de NBC News al cierre de esta edición.