La conmemoración de los muertos en la ciudad de México concluyó con la visita de cientos de familias a los cementerios, en uno de los cuales murió un niño de cuatro años, cuando jugaba sobre una tumba y le cayó encima una cruz de concreto.

Alrededor de las 15 horas la familia del pequeño acudió al panteón 20 de Noviembre de la delegación Tlalpan. De acuer-do con algunos testimonios, el menor se abrazó a una cruz, la cual se desprendió y le cayó encima, lo que provocó su muerte inmediata.

Aunque personal de Protección Civil trató de auxiliar a la familia, sólo pudieron verificar el deceso del menor.

A su vez, según los sepultureros, la afluencia de visitantes se redujo este año en comparación con años anteriores cuando el día de asueto era una verdadera convivencia con los difuntos.

Pese a ello la llegada de visitantes fue constante a lo largo de este martes en los panteones de San José, en Iztacalco, el Xoco, en Benito Juárez y San Lorenzo Tezonco, en Iztapalapa.

El arreglo de tumbas, cambio de flores y paseo familiar que realiza la familia Ledezma desde hace varios años es más que una tradición, porque nuestros muertos siguen en nuestra memoria y corazón, señaló la señora Mary, jefa de la familia, que habita en el centro de la ciudad. Cada año acuden al panteón de Iztapalapa, y ayer fueron 32 personas.

En tanto, autoridades de las 16 delegaciones políticas reportaron saldo blanco por el Día de Muertos. En Gustavo A Madero se informó que hubo afluencia de 95 mil visitantes en los 11 panteones, meintras se reportó saldo blanco en Iztapalapa, Coyoacán, Tlalpan, Alvaro Obregon y Azcapotzalco.

En Tláhuac por la noche creció el número de personas que acudieron al panteón de San Andrés Mixquic para presenciar la despedidas de las ánimas con la tradicional lumbrada como llaman al encendido de velas y antorchas los pobladores del lugar para iluminar el camino de los muertos.