Lunes 1º de noviembre de 2010, p. 31
Pachuca, Hgo., 31 de octubre. El aumento del desempleo en el país, la discriminación de las mujeres, la pobreza y la explotación laboral –condiciones que son más aún graves en las comunidades indígenas–, así como un deficiente sistema de justicia y seguridad pública ubican a Hidalgo entre las 12 entidades más vulnerables a las redes de tráfico de personas.
Un informe elaborado por el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CEIDAS) en colaboración con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y con apoyo del Departamento de Estado estadunidense señala que las principales víctimas de la trata de personas y el trabajo forzoso son trabajadores migrantes, jóvenes inexpertos y analfabetos que se desempeñan en la agricultura, la minería y la industria textil, además de ser explotados sexualmente.
Según el CEIDAS, las víctimas tienen mayor probabilidad de ser enganchadas si trabajan en actividades informales y padecen graves carencias, como sucede en las regiones indígenas de la Huasteca, la sierra otomí-tepehua y el Vvalle del Mezquital.
El documento refiere que, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Hidalgo ocupa el primer lugar nacional en desempleo y el quinto en discriminación de las mujeres, sólo superado en este último rubro por Oaxaca, Tabasco, Veracruz y Chiapas.
Además, Hidalgo se sitúa en octavo lugar entre los 10 estados con mayores deficiencias del sistema de justicia y de seguridad pública, 20.7 puntos por debajo de la media nacional, lo que indica una mayor permisividad de la corrupción y la impunidad.