Se necesitan tribunales, leyes y jueces especiales, afirma experto
Lunes 1º de noviembre de 2010, p. 31
Querétaro, Qro., 31 de octubre. Sesenta por ciento de los 62 menores recluidos en la Dirección de Ejecución de Medidas y Centro de Internamiento para Menores Infractores (Demci) del estado enfrenta cargos por delitos del fuero federal, entre ellos narcomenudeo, delincuencia organizada y portación de arma de fuego. El resto purga penas por delitos del fuero común, como violación, robo, secuestro y homicidio.
El subsecretario de Gobierno estatal, Alfonso Jiménez Campos, refirió que las bandas del crimen organizado usan con frecuencia a menores, sobre todo para venta de drogas al menudeo.
Les ofrecen dinero fácil porque saben que no reciben la misma pena de prisión que un adulto, y ellos caen por su falta de madurez y por ignorancia
, señaló Jiménez Campos.
Este año el juzgado especializado en adolescentes atendió 93 causas, 76 del fuero común y 17 del federal, y sentenció a 24 menores, explicó la juez Mariela Ponce Villa.
Precisó que cuando las autoridades federales capturan a grupos delictivos devuelven a los menores de 18 años a las autoridades locales. En estos casos tenemos competencia para conocer de los delitos federales, porque la Federación todavía no tiene leyes, tribunales ni jueces para adolescentes
, detalló.
Durante 2009 el juzgado atendió 70 causas y dictó 36 sentencias; en 2008 fueron 85 averiguaciones y 24 sentencias, principalmente por homicidio, violación y robo, a diferencia de 2010, cuando el ilícito más frecuente entre los adolescentes fue el robo, seguido de violación y homicidio.
Aunque las edades de los menores infractores van de siete a 17 años, el promedio es de 16.
Cuando cometen ilícitos considerados no graves, como robo, se buscan alternativas como conciliación, trabajo comunitario y terapia sicológica. Cuando se trata de delitos graves (homicidio, violación, lesiones) se priva a los acusados de la libertad si son mayores de 12 años.
Mariela Ponce Villa y Alfonso Jiménez coincidieron en que la principal causa por la cual los menores cometen delitos es la falta de atención de sus padres y los conflictos entre éstos.
Ante esa situación, los adolescentes buscan la compañía de otros jóvenes que atraviesan por problemas similares. A veces nos llegan dos inculpados por los mismos hechos. En las alusiones interdisciplinarias parecen hermanos: tienen los mismos problemas y necesidades, se buscan fuera de casa y tratan de llamar la atención de sus padres y de su grupo social
.
Sin esperanza
Fernando Jiménez, sicólogo y terapeuta del Centro de Servicios a la Comunidad de la Universidad Autónoma de Querétaro, explicó que adolescentes y jóvenes están inmersos en un ambiente de desesperanza porque muchos no pueden continuar con sus estudios y tampoco hallan empleo.
Los entrevistados coincidieron en que es urgente que los padres dediquen más atención a sus hijos, promuevan valores y que realicen actividades físicas y de entretenimiento, además de buscar una educación adecuada.