Abrió al público un recinto dedicado a los presidentes oriundos de la capital norteña
En Arteaga se destina un espacio a dar cuenta del papel que tuvo el municipio en la Revolución Mexicana; también se exhiben cinco momias halladas hace dos años en el panteón de la región
Lunes 1º de noviembre de 2010, p. a13
Saltillo, Coah., 31 de octubre. Un pasaje histórico sobre las formas de gobierno en México y detalles de la vida y el desempeño público de los coahuilenses que han sido presidentes del país se reúnen en las galerías del Museo de los Presidentes Coahuilenses, que está abierto desde el jueves.
Hay datos biográficos de Melchor Múzquiz (José Ventura Melchor Ciriaco de Eca y Múzquiz de Arrieta), quien nació el 5 de enero de 1790 en la villa de Santa Rosa, Coahuila, hoy llamada oficialmente Melchor Múzquiz. Gobernó el país entre el 14 de agosto y el 24 de diciembre de 1832, como interino de Anastasio Bustamante. Su gestión se destacó por combatir la corrupción y aplicar impuestos por puertas y ventanas en viviendas y parroquias.
También se concentra información de Francisco I. Madero González, quien nació en Parras de la Fuente, Coahuila, el 30 de octubre de 1873, y murió el 22 de febrero de 1913, asesinado por órdenes de Victoriano Huerta. Madero gobernó el país entre el 6 de noviembre de 1911 y el 19 de febrero de 1913.
Hay una reseña del general Eulalio Gutiérrez Ortiz, quien nació el 2 de febrero de 1881 en Ramos Arizpe, Coahuila, y fue presidente provisional entre el 6 de noviembre de 1914 y el 15 de enero de 1915. Fue relevado por el también general Roque González Garza, saltillense que nació el 23 de marzo de 1885 y fue presidente transitorio hasta el 10 de junio siguiente.
Otro coahuilense que ocupó la Presidencia de México fue Venustiano Carranza Garza, nacido en Cuatrociénegas, el 29 de diciembre de 1859, y asesinado el 21 de mayo de 1920 en Tlaxcalantongo, Puebla. Gobernó el país del primero de mayo de 1917 hasta su muerte.
El Museo de los Presidentes Coahuilenses se ubica en la esquina de Bravo y Ramos Arizpe, en el centro histórico de Saltillo, en una propiedad de 663 metros cuadrados donde se concentran documentos originales de los gobiernos pos revolucionarios. El historiador Javier Villarreal Lozano coordinó el guión museográfico, mientras el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez estuvo a cargo de la museografía.
Museo de las momias
En medio del bosque de la sierra de Arteaga, Coahuila, en el ejido San Antonio de las Alazanas, hay un museo que cuenta las costumbres de los pobladores y la participación que tuvo el municipio en la Revolución Mexicana; además exhibe cinco cadáveres momificados que hace un par de años fueron hallados en el panteón municipal.
Se trata del Museo de las Momias de San Antonio de las Alazanas, donde se exhiben los restos de integrantes de la familia Nuncio, a la que el imperio español trajo durante la Colonia para realizar actividades agrícolas y ganaderas ante la renuencia de los nativos para someterse. El lugar fue abierto al público el sábado.
Arteaga es un municipio conurbado con Saltillo, en la zona sureste de Coahuila, y el museo se localiza en una casa del camino real en el ejido San Antonio de las Alazanas, a unos 40 kilómetros de la capital coahuilense, donde las huertas de manzana, ciruela y membrillo se confunden entre los pinos y las cabañas de descanso. Casi al final de la Revolución el municipio sirvió de refugio a Venustiano Carranza.
Las momias conservan la vestidura; incluso, en los calcetines del patriarca, don Juan Nuncio, se aprecia la inscripción de su nombre. El terreno donde está el panteón municipal era propiedad del francés que habitó la zona hace 200 años; la tradición de entonces era sepultar a los difuntos en los traspatios de las casas y cascos de las haciendas.
Es un espacio único en el norte del país, porque además del atractivo que representan las momias, los visitantes tienen a la mano detalles sobre la forma de vida de los pobladores de un ejido norteño como San Antonio de las Alazanas y las aportaciones que este lugar ha dado a Coahuila y al país
, aseguró el gobernador del estado, Humberto Moreira Valdés.