Jiutepec, Mor., 27 de octubre. Al encabezar los Diálogos por la Seguridad en esta entidad, el presidente Felipe Calderón Hinojosa condenó las recientes ejecuciones masivas perpetradas en Ciudad Juárez, Chihuahua; Tijuana, Baja California, y Tepic, Nayarit. Nada justifica esos condenables actos de barbarie. Se trata de hechos de criminales sin escrúpulos que arrebatan vidas inocentes. Jóvenes que luchaban por labrarse un futuro, por superar las adicciones, dijo.

Por otro lado, el mandatario reconoció: Sé que hoy existe incertidumbre y pesar en nuestra sociedad (por la inseguridad), pero a todos les digo, con absoluta certeza, que sí es posible someter a la delincuencia, que no será fácil ni será rápido, pero sí es posible. Sin embargo, Calderón demandó mayor corresponsabilidad de los tres niveles de gobierno y pidió más participación social.

Los Diálogos por la Seguridad se iniciaron con un minuto de silencio solicitado por el Presidente en memoria de los jóvenes inocentes muertos en las ejecuciones masivas perpetradas en los días recientes en Ciudad Juárez, Tijuana y Tepic. Los criminales, en su barbarie homicida e irracional, en su ciega y desesperada guerra intestina o contra sus adversarios, asesinan sin piedad y sin escrúpulos, causando en su actuar la pérdida de muchas vidas inocentes.

Calderón se extendió en su repudio contra estos asesinatos y la exacerbación de la violencia derivada de la actuación de la delincuencia organizada. Dijo que este tipo de acciones sólo pretenden intimidar a la sociedad, paralizar a las autoridades y doblegar al Estado, lo cual no debe permitirse.

El mandatario subrayó el riesgo de la población juvenil, objetivo del narcotráfico, sea por la vía de fomentar adicciones o para engancharlos en sus filas para incorporarlos como sicarios y luego abandonarlos a su suerte para que encuentren la muerte.

Durante las participaciones de representantes de organizaciones locales, Ana María Sánchez Galindo, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, pidió una política integral para enfrentar el fenómeno de la delincuencia, porque el Ejército Mexicano no puede resolver el problema de la pobreza, de la corrupción, de la marginación.

Se requiere de una política de seguridad global y corregir problemas derivados del desarrollo regional que produce desigualdad y corregir fenómenos como la distribución del ingreso, el desempleo o las carencias de salud o educación, agregó Sánchez.

En la intervención inicial, Calderón solicitó mayor participación social para que se exija el cumplimiento de compromisos y la entrega de resultados concretos en materia de seguridad. Esto permitiría, junto con mejores sistemas de evaluación y control de la política de seguridad, lograr mejores resultados, señaló.

Subrayó la importancia de la corresponsabilidad entre los tres niveles de gobierno y que no existan pretextos de no involucrarse con argumentos de que no son ámbitos de competencia, al tiempo que pidió dejar de lado las diferencias políticas para construir una visión de Estado que trascienda periodos de gobierno en la lucha contra la delincuencia.

No hay nada que favorezca más la impunidad y la delincuencia que la división de la clase política, las excusas sobre las responsabilidades que debemos asumir, dijo el Presidente.

A su vez, el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, sostuvo que el incremento de la violencia es un problema complejo, pues la escalada del crimen organizado representa un desafío al Estado, y se requiere la corresponsabilidad de las diversas autoridades involucradas en el ámbito de la seguridad.

Asimismo, destacó el problema del estado, caracterizado por ser una entidad de paso y reconoció que hay una disputa por la plaza tras la desaparición de los mandos originales.

Adame externó su respaldo absoluto a la iniciativa presidencial sobre el mando único policial, proyecto que tiene el consenso en el seno de la Conferencia Nacional de Gobernadores. No es un cambio sencillo, hay inercias y resistencias, algunas auténticas y otras interesadas. Necesitamos un nuevo modelo de organización en los ámbitos de seguridad y procuración de justicia, dijo.

Pidió finalmente redoblar la presencia militar en la zona limítrofe con el estado de Guerrero, donde hay mayor actividad del crimen organizado. Consideró que un reforzamiento pudiera inhibir estas prácticas, al tiempo que destacó que su gobierno promueve mayor colaboración con el Ejército Mexicano para capacitar a la policía local.