Además de la matanza ocurrida este miércoles en Tepic, Nayarit, con saldo de 15 personas muertas, en lo que va del año han fallecido 95 jóvenes en masacres perpetradas por grupos del crimen organizado. El estado de Chihuahua encabeza la lista con 45 víctimas; le siguen Durango, con 17; Baja California, 13, y Coahuila y Durango 10 cada uno.

El 31 de enero un grupo de pistoleros irrumpió en un festejo de estudiantes en Villas de Salvárcar, en Ciudad Juárez, y disparó contra los adolescentes, 12 de los cuales fallecieron, además de dos adultos.

El primero de febrero, en Torreón, Coahuila, hombres armados ingresaron al bar El Ferrie y mataron a 10 jóvenes de entre 19 y 25 años.

Mención aparte merece el asesinato de dos estudiantes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, el 19 de marzo durante un tiroteo entre soldados y hombres armados. En un principio Felipe Calderón aseguró que se trataba de presuntos delincuentes, pero después se comprobó que eran alumnos de excelencia y que el Ejército les sembró las armas.

El 28 de marzo, 10 jóvenes que se dirigían a la comunidad de Los Naranjos fueron acribillados por sicarios cuando ignoraron la señal de alto en un falso retén instalado sobre el camino vecinal del municipio de Pueblo Nuevo, Durango.

El 11 de junio, 19 internos de un centro de rehabilitación de adictos, denominado Centro Cristiano Fe y Vida, en Chihuahua, fueron ultimados por hombres armados.

El 19 de julio reos del penal número dos de Gómez Palacio, Durango, cuya salida –después se supo– fue autorizada por la directora de la prisión, dieron muerte a 17 personas que festejaban en un centro recreativo en Torreón.

La madrugada del sábado 23 de octubre un comando acribilló a los asistentes a una fiesta en un domicilio de la colonia Horizontes del Sur, en Ciudad Juárez, con saldo de seis mujeres y ocho varones muertos y 20 heridos.

El lunes 25 de octubre 25 sujetos armados ingresaron al centro de rehabilitación para adictos El Camino, de Tijuana, y asesinaron a 13 personas.