La Habana, 27 de octubre. El escritor cubano Reynaldo González recordó a Carlos Monsiváis por su atrevimiento, su insolencia benéfica, su insubordinación ante la rutina de la expresión y el acopio de conocimientos aparentemente contrapuestos para enfrentar la simple, burda y en ocasiones abortiva especialización en la escritura.

El artículo Una página para mi amigo Carlos Monsiváis apareció en la más reciente edición de la revista literaria La Gaceta de Cuba, publicación bimestral de la Unión de Escritores y Artistas.

Hasta ahora este es el único texto publicado en la isla en memoria del cronista mexicano. Ni los diarios locales ni los noticiarios de radio y televisión registraron la muerte del autor de Días de guardar en junio pasado.

Al leer noticias sobre su sepelio no me extrañaron las expresiones de dolor popular, verdadero zafarrancho de ciudadanos simples para no dejarse arrebatar el luto por los representantes de la clase poderosa, escribió González, narrador, ensayista y Premio Nacional de Literatura.

Como muchos intelectuales de su generación, Monsiváis simpatizó con la Revolución y en 1967 fue jurado de cuento del Premio Casa de las Américas, junto con el cubano Jesús Díaz y el uruguayo Mario Benedetti, entre otros. A principios de los años 70 del siglo pasado tomó distancia del gobierno de la isla y con el tiempo elevó el tono de su crítica.

Sin embargo, en 1979, en el número 116 de la revista de la Casa, apareció su ensayo Cultura urbana y creación intelectual, quizás el único texto del mexicano publicado en Cuba. Hacia la primera mitad de los años 80 visitó La Habana y la recorrió junto con Reynaldo González.

Esa sería, tal vez, la última estancia de Carlos Monsiváis en la Cuba.