Cartagena de Indias, 26 de octubre. La reunión de la duodécima Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla se realizó en busca de consensos en materia de lucha contra el cambio climático, mayor cooperación económica regional y consolidar la institucionalidad democrática. Sin embargo, un tema más se añadió en la agenda: la condición de Honduras y su presidente, Porfirio Lobo, quien se incorporó por primera vez desde su ascenso al gobierno en medio de la secuela del golpe de Estado que depuso a Manuel Zelaya.

Empero, el encuentro se caracterizó por dos ausencias, en especial la del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en cuyo país se mantuvo por algún tiempo Zelaya tras el golpe de Estado en Honduras. Por conducto de su cuenta personal de Twitter, el presidente Felipe Calderón dio a conocer que el caso Honduras era uno de los temas que concentraron la discusión privada de los mandatarios.

Durante la inauguración, a un mes de que se realice la cumbre de Cancún sobre el cambio climático, Calderón logró que en el encuentro se respaldara su postura para que en el cónclave de México se alcancen acuerdos de fondo sobre acciones concretas contra el efecto invernadero.

En su discurso, el mandatario mexicano dijo que si este fenómeno ha golpeado de forma calamitosa en alguna región, esta es Mesoamérica.

En el desarrollo de los trabajos, Calderón dijo que se han resentido huracanes cada vez más violentos, destructivos, con comunidades sepultadas por deslaves e inundaciones sin precedente, que son parte del altísimo precio que los pueblos en desarrollo, paradójicamente los más pobres, habremos de pagar, cada día más alto, si no hacemos, como colectividad global, políticas coordinadas al respecto.

El presidente mexicano resalto las complicaciones que se tendrán para alcanzar un consenso total en la cumbre ambiental de Cancún, pues existe un esquema en el cual se pretende que todo se avale prácticamente por unanimidad, lo que supone una gran dificultad para lograrla.

Por su parte, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aludió al otro tema de la cumbre: la institucionalidad democrática. Aseguró que se requieren democracias modernas, ágiles y participativas para insertarse en el mundo actual. Se necesita –dijo– una democracia con una sociedad participativa, en la cual la democracia no se limite al ejercicio del derecho al voto, sino que se refleje en todos los ámbitos de la vida.