Como una privatización descarada de los servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue calificada la decisión de la Cámara de Diputados que aprobó la entrega de vales de medicinas para ser canjeados en farmacias privadas.

Sindicatos de la Unión Nacional de Trabajadores, la Alianza de Trabajadores de la Salud y empleados públicos y organizaciones sociales sostuvieron que esta medida es la puerta de entrada para que se empiecen a desmantelar diversos servicios del IMSS, que los trabajadores entreguen su materia de trabajo y que empresas privadas den el servicio directamente a los derechohabientes.

En tanto, el representante de la Confederación de Trabajadores de México ante el consejo técnico del IMSS, José Luis Carazo, dijo que la medida se ha politizado, pero no va a impactar las finanzas del instituto, porque éste compra medicinas a los privados.

Señaló que cerca de 600 mil recetas que se distribuyen al día no son surtidas, monto mínimo, sobre todo si se toma en cuenta que se ofrecen más de 2 millones de consultas médicas cada 24 horas y en todas se extienden recetas.

El coordinador general de Derechohabientes Viviendo con VIH del IMSS, Luis Adrián Quiroz, y Antonio Vital, de la Alianza de Trabajadores de la Salud y Empleados Públicos, coincidieron en afirmar que la disposición es el inicio de la privatización.

Quiroz calificó de oportunista al promotor de la iniciativa (Partido Verde Ecologista de México), pues busca posicionarse en la agenda electoral con miras a 2012 y posicionar a su familia.

Agregó que la reforma quitando responsabilidad al IMSS y propicia prácticas monopólicas para gente que se encarga de la distribución de medicamentos, lo cual abre espacio a grandes procesos de corrupción.

Por separado, Vital advirtió que la alianza que representa va a intensificar la campaña de rechazo a todas las subrogaciones y en contra de esos negocios de los González Torres, del PVEM.

El IMSS no fijó ningún posicionamiento sobre el asunto.

(Con información de Ariane Díaz)