Toluca, Mex., 26 de octubre. La incapacidad de los gobiernos de Estados Unidos y México para resolver problemas de la relación bilateral comenzó a generar problemas en el ámbito local, que van desde la ley antinmigrante de Arizona, al aumento de la violencia en Monterrey.

Una respuesta a esas dificultades va a venir desde el ámbito local, consideró Javier Treviño Cantú, secretario de Gobierno de Nuevo León, estado cuya capital, Monterrey, pasó en poco tiempo de símbolo de la modernización de una parte del país a retrato de la violencia generada por el crimen organizado.

Un repaso a la actualidad de la relación entre México y Estados Unidos, básicamente en su aspecto comercial, fue hecho este martes por especialistas, funcionarios y diplomáticos en el contexto del foro México, cumbre de negocios, encuentro de orientación empresarial convocado por Miguel Alemán Velasco, ex gobernador de Veracruz.

Estamos en un punto en que el péndulo puede iniciar el camino de regreso, dijo en el panel John Dimitri Negroponte, ex director de inteligencia y ex subsecretario de Estado del gobierno de Estados Unidos.

Se refirió a que después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la prioridad de política exterior de su país se enfocó a lo que la Casa Blanca entendía por guerra al terrorismo, a costa de otros temas, como el trato con América Latina. Ahora, apuntó el también ex embajador en México, por la propia debilidad económica de Estados Unidos más que nunca debemos enfocarnos al comercio y la inversión con América Latina y también aprovechar los aspectos de complementariedad entre nuestras economías, lo que puede llevarnos a aumentar nuestra competitividad internacional.

Pero no es un asunto sólo de deseo. Negroponte consideró que su país debe dar el paso de reafirmar que el libre comercio y las inversiones son la piedra angular de nuestras políticas mundiales y regionales y que América Latina es parte relevante de esa política. Hacia esta región también debe haber gestos de Washington, apuntó, como la ratificación de los tratados de libre comercio con Colombia y Panamá, una vez que sea renovado el Congreso, en enero próximo. Y resolver la disputa que impide a los camiones de carga mexicanos cruzar la frontera, en contra de lo convenido en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

La falta de decisión política para arreglar temas puntuales de la relación bilateral fue retomada por Javier Treviño Cantú, actual secretario de gobierno de Nuevo León, quien ocupó puestos de responsabilidad política y diplomática cuando México y Estados Unidos negociaron el TLCAN.

Hemos pasado de periodos de grandes expectativas a otros de grandes frustraciones en la relación entre México y Estados Unidos, dijo el funcionario. Ahora que en el mundo ocurre una redistribución del poder, con países como China, India o Rusia, que adquieren más influencia, los estados federativos se vuelven importantes en las relaciones bilaterales, expuso. “Hay que pensar no desde lo nacional- global, sino de lo global-local, o sea glocal”, planteó.

Fenómenos como el cambio climático tienen un efecto local, como el huracán que destruyó parte de la infraestructura de Monterrey hace unos meses y causó daños por 17 mil millones de pesos, enlistó. O el crimen organizado: la estrategia del gobierno federal para combatirlo está teniendo un impacto en Nuevo León, abundó.

“Las respuestas a la relación bilateral va a venir desde lo glocal. Hay incapacidad de los gobiernos nacionales para enfrentar los retos de la relación bilateral, se han pospuesto soluciones y lo estados federativos tienen que dar respuestas”, dijo.

Sin embargo, comentó, algunas de las respuestas que se dan a escala de estados no son tan positivas. Puso el caso, este año, de la promulgación de una ley en Arizona que criminaliza a las personas por su aspecto físico.

A su juicio, el referendo de la próxima semana en Califonia, para decidir sobre la legalización de la mariguana constituye otro ejemplo de falla en la relación bilateral de los dos países. Si se legaliza esa droga mientras aquí en México lanzamos una guerra total en el combate a la delincuencia organizada, va a ser difícil explicar al público estas señales encontradas. Va a haber un cambio de juego y debemos estar preparados para explicarlo, concluyó.