Cerca de cumplir 40 años, la saltadora Romary Rifka tiene el firme propósito de no ser sólo una participante más en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, sino de hacer valer sus marcas y pasar por encima de los 1.95 metros para luchar por una medalla y defender el título que ganó en Río de Janeiro 2007, además de buscar una actuación relevante en el Mundial de Daegu 2011.

Es increíble. Me siento agradecida porque no cualquiera a mi edad puede llegar en alto rendimiento en mi prueba, empieza por decir la atleta veracruzana, en entrevista que concede a La Jornada en el breve intervalo del entrenamiento y la hora de recoger a uno de sus dos hijos de la escuela.

He estado con que me retiro y ya me voy, pero de alguna manera ahí están las marcas. Sigo calificando a eventos internacionales, que a final de cuentas es lo más importante, porque como para ser campeona nacional, pues ya estuvo, manifestó la atleta, quien este año se colgó bronces en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez, y en el Iberoamericano de San Fernando, España.

“Lo que me motiva a seguir –insistió– es que ahí están las clasificaciones, los Juegos Panamericanos; que tengo una marca B para el Mundial del año que entra.”

Comentó que aunque está consciente de que es tomada en cuenta como uno de los prospectos de preseas para la justa jalisciense del año entrante, también está el Mundial de Atletismo: A final de cuentas es uno de los eventos en los que uno quiere estar ahí.

Su mejor marca en la temporada fue de 1.93 metros, en marzo en esta ciudad, y si bien no parece fácil que se acerque al mejor salto que ha logrado en su carrera: 1.97 en 2004 en Xalapa, Rifka sostiene que no está dispuesta a defender el título en los Panamericanos con un registro mediocre.

“Ahorita tengo marca para el Mundial y eso me hace pensar en que se pueden dar las cosas. Estoy valorando bien, porque lo que hago es medir en cada entrenamiento cómo me siento, y si veo que hay posibilidades de mejorar la marca de año, pues a continuar.

Para seguir compitiendo el año entrante no sólo quiero calificar. Vengo como campeona, así que no me gustaría acudir a los Panamericanos y saltar 1.85. De perdida brincar 1.95 y estar en las medallas, sostuvo Romary, quien considera principales contendientes en Guadalajara a estadunidenses, jamaiquinas y a la santalucina Levern Spencer, quien se impuso en los Centroamericanos.

Casi no tuve competencias este año, apenas dos o tres nacionales y otros dos o tres internacionales. Pienso que si hubiera tenido más fogueo habrían salido marcas mejores, pero estamos trabajando, anotó la también esposa del velocista retirado Alejandro Cárdenas.

Desde hace años Romary Rifka no enfrenta a rivales que amenacen su hegemonía en el país, situación que lamenta, pues aunque destacó la progresión de la bajacaliforniana Fabiola Ayala, existe carencia técnica para desarrollar las pruebas de campo, entre varios deportes en el país en los que, considera, existe mucho material humano por desarrollar.

Cuando ves lo que es estar en el nivel internacional te das cuenta de que tenemos muchas carencias aquí. Te da tristeza. Mucha gente me pregunta si llegaría a ser entrenadora... Tendría que ser realista, agarraría a dos o tres niñas que realmente tuvieran futuro. Jóvenes con cualidades hay muchos en todo el país, pero hace falta trabajar mucho, puntualizó Rifka.