L’Arpeggiata presentará el programa Teatro d’Amore, en el festival Cervantino
Miércoles 27 de octubre de 2010, p. 4
Claudio Monteverdi fue un súper cerebro
, asevera Christina Pluhar, directora fundadora del ensamble francés L’Arpeggiata, el cual se presenta este miércoles en la versión 38 del Festival Internacional Cervantino (FIC).
El programa que ofrece es Teatro d’Amore, integrado en gran parte por composiciones del autor de una de las primeras óperas consignadas por la historia: La favola de Orfeo (1607).
Monteverdi era un súper cerebro
, porque fue capaz de componer en diferentes estilos, los cuales desarrolló a la perfección, presionándose más allá de los límites del conocimiento a su alcance en ese momento.
Aunque sus obras fueron escritas hace 400 años, nos suenan muy modernas
. El programa de este concierto fue creado junto con el contratenor Philippe Jaroussky, quien también se presentará en Guanajuato.
Para Pluhar, el nativo de Cremona es “uno de los compositores más emocionantes del siglo XVII. Muchas de las piezas seleccionadas para el programa se basan en la onomatopeya, que son patrones armónicos y líneas base que se repiten.
“La onomatopeya nos permite improvisar sobre la música de Monteverdi, algo que se hacía con frecuencia en el siglo XVII. L’Arpeggiata trata de incluir la improvisación en sus presentaciones, porque así fue visualizado.
“De modo que el programa está compuesto de muchas piezas que nos permiten improvisar sobre la música de Monteverdi, algo que disfrutamos mucho porque nos da la posibilidad de crear algo muy contemporáneo con lo escrito hace cuatro siglos.
“La improvisación es algo creado en el momento, de manera que hay una conexión muy directa entre el compositor antiguo, los músicos vivientes y el público actual.
Es un modo de reforzar la comunicación entre los músicos y el público de hoy, con base en la música de los maestros tempranos
, afirma Pluhar.
De Monteverdi se interpretarán Improvisación de Ohime, ch’io cado; Adagati, Poppea; Si dolce e’l tormento; Damigella, tutta bella y Laudate Dominum.
Frontera laxa
–¿En tiempos de Monteverdi, improvisar era la costumbre?
–Absolutamente. Los músicos del siglo XVII eran todos entrenados, y muy bien, en la improvisación. Una parte esencial de ser un buen músico, consistía también en ser un buen improvisador, comparable hoy día a lo que hacen los músicos de jazz.
“Muchos músicos no sólo eran improvisadores, a la vez que instrumentistas o cantantes, también eran compositores. De manera que la frontera entre el músico ejecutante y el compositor no era tan estricta como hoy día, en que por un lado está la profesión de compositor y, por otro, la de músico.
“Existen autobiografías en las cuales se documenta que los músicos también eran directores escénicos o profesores de baile.
–¿Por qué disminuyó esta destreza?
–La improvisación en la música clásica desapareció a principios del siglo XX, cuando los compositores trataron de reinventar los sistemas tonales. Hasta ese entonces todos los músicos y autores solían ser una sola persona, como en el caso de Chopin o Paganini. Es algo que ha desaparecido recientemente.
–¿Cómo lleva a cabo sus búsquedas de material?
–Disfruto mucho descubrir en las bibliotecas manuscritos o piezas que no han sido ejecutadas en la actualidad, porque uno se siente conectado con la creatividad del compositor. Inspira mucho, investigar es parte esencial de nuestro trabajo.
“Hay muchas maneras de investigar, pero lo que más disfruto es ir a las bibliotecas o viajar a otros países. Cada proyecto que armo requiere de mucha investigación.
El ensamble L’Arpeggiata está integrado por algunos de los mejores instrumentistas de Europa y todos cultivan la improvisación. Es decir, se caracteriza por ser un grupo de personas muy desarrolladas en cuanto a los estudios técnicos y musicales de su instrumento, pero también dedican mucho tiempo a la práctica de improvisar.
Desde su fundación, hace una década, el grupo se ha especializado en desarrollar sus técnicas de improvisación, algo que nos caracteriza, a la vez que nos da mucha libertad, diversión y alegría
, manifiesta Christina Pluhar.
Es la primera vez que Pluhar y L’Arpeggiata visitan México. No obstante, en 2006 grabaron el disco Los imposibles, para el que invitaron al cantante y jaranero mexicano Patricio Hidalgo. La laudista y arpista barroca deseaba escuchar el tradicional fandango.
L’Arpeggiata se presenta hoy a las 21 horas en el Teatro Juárez, de la capital cervantina.