Madrid, 25 de octubre. El ex procurador general de la República Eduardo Medina Mora calificó la guerra contra el crimen organizado de simplificación mediática, pues en realidad el país está inmerso en una lucha por recuperar la normalidad. Asimismo, el actual embajador de México ante el Reino Unido reconoció que es una quimera acabar con el narcotráfico y el crimen organizado, pues no desaparecerán.

Medina Mora participó en el seminario México, entre el norte y el sur, organizado por la Fundación Botín, en la mesa que analizó dos asuntos nodales del país: la seguridad y las relaciones exteriores.

El ex procurador dedicó la mayor parte de su intervención a defender la estrategia de lucha contra el crimen organizado emprendida por el presidente Felipe Calderón, de la que él mismo fue ejecutor durante su trabajo en la PGR.

En ese contexto, Medina Mora señaló que los mexicanos en realidad no nos habíamos ocupado con seriedad de la seguridad. Sólo hasta hace muy pocos años, y tenemos que entender muy bien cuál es el alcance de esta precondición para el desarrollo, pues la seguridad tiene tres dimensiones, no sucesivas sino paralelas y complementarias. La seguridad pública, la jurídica y la nacional.

No es guerra

Explicó: “Ésta no es una guerra. Y tampoco es contra las drogas. Ésa es una simplificación mediática y a veces académica. Lo que enfrenta el país como desafío es una lucha por recuperar la normalidad. El derecho a los ciudadanos de vivir en paz y en tranquilidad en todo el territorio nacional.

El propósito no es terminar con el narcotráfico. No porque éste no sea un objetivo deseable. sino porque un país democrático y un gobierno eficaz no pueden darse el lujo de perseguir un objetivo que se transforma en una quimera porque no está a su alcance. El crimen organizado y el narcotráfico no desaparecerán.

Medina Mora compartió mesa con el catedrático salvadoreño Joaquín Villalobos, también asesor del gobierno mexicano, y con el profesor argentino Carlos Malamud, quienes coincidieron en identificar a los narcotraficantes mexicanos como delincuentes que no piensan en el largo plazo y que todo el dinero que ganan lo gastan de inmediato en casas, relojes o armamento sofisticado. Por ello calificaron de mito el poder económico de los narcos y su penetración en el sistema financiero mexicano.