Guanajuato, Gto., 25 de octubre. La música de Malí, la extraordinaria riqueza de estilos y mezcla de percusiones, guitarras eléctricas, saxofón y metales llegó a la explanada de la Alhóndiga de Granaditas en la voz de Abdoulayé Diabaté, quien llevó al Festival Internacional Cervantino (FIC) las tradiciones musicales de su país.

El artista, quien pertenece a la tradición de músicos profesionales conocidos como griot o jeli, se mostró feliz de presentarse por primera vez en México para presentar al público los sonidos de su tierra.

Diabaté comenzó su presentación en el FIC invitando al público mexicano a bailar; éste mostró interés por los ritmos africanos y no dudó en moverse al ritmo de las percusiones y del instrumento llamado balafón.

En el concierto, Abdoulayé estuvo acompañado por sus músicos, los cuales lucieron coloridos trajes llamados boubuo, típicos de su país.

El grupo musical interpretó piezas acerca de su cultura y la creación del mundo, así como alusivas a sentimientos en torno a la vida.

Abdoulayé Diabaté es un músico que ha rescatado las tradiciones musicales de Malí, las cuales se derivan de los griots, conocidos como guardianes de la memoria y quienes ejercen la función de transmitir la historia de su país.

Los ritmos africanos de Diabaté estremecieron a los espectadores, pues muchos abandonaron sus asientos para bailar.