Texcoco, Méx,. 24 de octubre. Investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), integrantes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, consideraron urgente que las autoridades de los tres niveles de gobierno inviertan en programas para mitigar los efectos del cambio climático, ya que para 2100 se pronostican incrementos de cuatro grados centígrados en la temperatura, así como en lluvias y el nivel del mar.

El especialista Tomás Hernández Tejeda detalló que según resultados de los estudios aplicados, el aumento del nivel del mar llegará a 88 centímetros. Ahora registramos 17 centímetros; esto sucederá por el deshielo de los polos, lo cual ocasionará más ciclones de mayor impacto, afirmó.

Indicó que en el estado de México, según el comportamiento climático en 30 años, se prevé un incremento en la temperatura en dos grados de promedio, en tanto las lluvias aumentarán de 700 milímetros a 900 milímetros por segundo.

De no tomarse medidas adecuadas de prevención, se corre el riesgo de desbordes severos de los drenes a cielo abierto. Es importante que las autoridades cuenten con planes por inundación, ciclones, o fenómenos meteorológicos extremos, añadió Hernández Tejeda.

Algunas medidas que pueden contribuir a disminuir las probabilidades de estas predicciones, consideró, es que gobiernos y población implementen medidas simples, como ahorro de energía eléctrica. Es importante que en casa se desconecten todos los aparatos electrodomésticos, lo cual contribuye a bajar índices de calentamiento global, dijo.

El investigador destacó que se debe disminuir el consumo de combustibles de origen fósil, debido a que el uso y abuso perjudicó en gran medida a la naturaleza en 40 años. El bióxido de carbono (CO2) se emite en 71 por ciento a escala nacional por el abuso de vehículos, industria y por la deforestación que se registra en algunas zonas boscosas, añadió Tomás Hernández.

Es importante, dijo, que las autoridades no permitan el cambio en el uso de suelo para el asentamiento de unidades habitacionales, debido a que las áreas verdes son fuentes que captan el CO2 de la atmósfera. Con estos cambios se prevé a futuro una pérdida de productividad, de especies de la biodiversidad, por lo que urge tomar conciencia, y en la medida que se pueda, contribuir con el hecho de apagar un foco si no se utiliza.