Libros vs Internet
o que la pólvora ha hecho por la guerra, la imprenta lo ha hecho por la mente.
W. Phillips
Primera llamada
En 99 por ciento del tiempo de la existencia de humanos en la Tierra, no había nadie que supiera leer ni escribir. Todavía no se había hecho el gran invento, escribió Carl Sagan (1931-1996) en su obra: El mundo y sus demonios.
El conocimiento se transmitía por tradición oral, aún no llegaba lo que habría de cambiarlo todo: el libro. Ese gran invento, dice Carl Sagan, permitió aprovechar toda la sabiduría de nuestra especie… Permite que gente que murió hace tiempo hable dentro de nuestras cabezas… Los libros nos pueden acompañar a todas partes. Y, finalmente, los libros son la clave para entender al mundo y participar en una sociedad democrática.
Antes del primer Festival de Blues en México (1978) comencé la primera serie radiofónica dedicada al blues en Radio Educación; el material impreso para elaborar guiones no existía. La escasa información de la funda del disco era la principal fuente para escribir los textos de la serie Tiempo de blues que durante una década (1978-1988) estuvo al aire.
En una casa de música en Paseo de la Reforma encontré el libro que habría de ser la fuente primordial: Historia del blues, del inglés Paul Oliver, prestigioso especialista en la materia. Más tarde las entrevistas con los blusistas y con los editores de la revista Living blues enriquecieron mis conocimientos, lo que me permitió profundizar los contenidos de los programas radiofónicos.
Segunda llamada
En la actualidad para los más jóvenes es inconcebible no contar con Internet y los portales para navegar, como Google, Yahoo y msn, y las redes sociales como Facebook, Twitter y varias más. Hace más de una década se comentó sobre la desaparición del libro, y, si bien es cierto que desde las Tablas de Tartaria, con una antigüedad de 7 mil años, hasta los modernos e-books, que con ciertos programas puedo tener en este moderno dispositivo una biblioteca entera.
Respecto a la ecología y el papel que se utiliza para un libro tenemos que la fabricación de un e-book contamina más que 50 libros por su proceso de fabricación y el material con que está hecho. En lo personal agradezco esos avances tecnológicos que me permiten el acceso en cuestión de segundos a información que me llevaría horas obtener, pero me queda claro que información no es conocimiento y el cariño y la gratitud que le tengo a mi biblioteca, coleccionada en décadas, me hace posible conocer a las mejores mentes que han existido en este planeta.
Los libros sobre blues en castellano son escasos. En su mayoría son editatos por casas españolas y argentinas. En México no se conseguían; sólo estaban los artículos en revistas y periódicos, como la columna Tiempo de Blues, que se publica en este diario desde el 2000.
Tercera llamada
Mi pequeña biblioteca de blues se ha enriquecido con cinco nuevos libros dedicados a ese género, cuatro editados en México y uno en España. El titulado El camino triste de una música, de Jorge García Ledesma, que aborda el origen de este género y del mismo autor, quien a su vez es fundador del grupo Follaje, con más de 26 años en la escenia del blues en la República Mexicana. Acaba de publicar Blues con sentimiento, con la colaboración de Paul Stankevich. Es una suerte de cancionero que cuenta con la traducción al castellano de 168 rolas.
Anteriormente Arturo Olvera, periodista y aficionado al blues, realizó el libro Los festivales de blues en México (1978-2008), acucioso compendio de encuentros y de artistas que se han presentado en el país. Por último, José Luis García músico y miembro de la AMBlues, publica la revista mensual electrónica Palabra de Blues, con diversos colaboradores, que además imprimió y el resultado es un volumen de más de 600 páginas con artículos, entrevistas, reportajes y fotografías y un buen diseño, que apoya un contenido sustancioso.
Ted Gioia es el nombre del músico, compositor, crítico, historiador, profesor y productor de jazz, quien ha escrito dos libros excepcionales, no sólo por la información que contienen, sino también por su calidad literaria. Se trata de La historia del jazz (1997) y Blues (la música del Delta del Misisipi), de Turner Publicaciones. Es un meticuloso trabajos de campo que ayuda a entender no sólo a los creadores, sino también su música (Boston Globe). El autor ofrece Un viaje por las plantaciones del Misisipi hasta su arribo a Chicago.
Es claro que hay enorme distancia entre Mi solitaria historia del blues, de Oliver, y la información que hoy día se puede obtener en cuestión de segundos. Hay una distancia es enorme entre el primer libro impreso, sin olvidar la primera imprenta en América la de Juan Pablos en 1540, ubicada en las calles de Moneda. Pienso: quién tuviera un primer ejemplar de esa imprenta
, pero dentro de unos años no habrá quien extrañe un ipad o un e-book; serán sólo basura electrónica.
Carl Sagan, El mundo y sus demonios, pág. 385, editorial Planeta