Brasilia, 24 de octubre. Luiz Gonzaga Bergonzini, obispo de una populosa ciudad del decisivo y disputado estado de Sao Paulo, lanzó una campaña abierta contra la candidatura de la centroizquierdista Dilma Rousseff, que incluyó la publicación de dos millones de hojas volantes en las que describió a la fuerza política gobernante el Partido de los Trabajadores (PT) como el partido de la muerte por no rechazar abiertamente la práctica del aborto.

Los medios de información locales dieron amplia difusión al contenido de la propaganda, a pesar de que la policía federal logró decomisar la mitad de los volantes e impidió su distribución en Guarulhos, localidad de la zona metropolitana de Sao Paulo, la mayor de Brasil y de América del Sur, clave en los comicios presidenciales.

La policía federal actuó en cumplimiento a una orden del Tribunal Superior Electoral, el cual recibió favorablemente una queja del PT, argumentando que el documento es contrario a la ley porque emite falsos pronuciamientos y carece de un emisor responsable.

Gonzaga Bergonzini mandó a imprimir la propaganda en la última semana, cuando se desató en varias ciudades del país una campaña para desprestigiar a Rousseff, a la que se muestra como partidaria del aborto con base en una declaración pública de años atrás, en apoyo a la despenalización y la libre decisión de las mujeres.

La propaganda del prelado salió de la imprenta antes de que la Conferencia de Obispos de Brasil declarara –el jueves pasado– el derecho de los purpurados a orientar a los católicos a votar por el candidato presidencial que se oponga a la interrupción del embarazo.

Además de la presidencial, habrá segunda vuelta para otros puestos de elección regional y legislativa. Sin mencionar directamente a Rousseff, en las hojas se hace una recomendación a todos los brasileños para que en las próximas elecciones den su voto solamente a los candidatos o candidatas de partidos contrarios al aborto, según la versión difundida por el diario conservador O Estado. Gonzaga Bergonzini, en entrevista con ese influyente periódico de Sao Paulo, se quejó de que el decomiso fue un acto de violencia contra la Iglesia, pero al mismo tiempo confirmó que seguirá el combate a los petistas, y los abogados de la mitra de Guarhulos intentarán esta semana que la autoridad electoral revoque su decisión y determine la inmediata devolución de las hojas.

Cuando falta una semana para la segunda vuelta presidencial, los candidatos y sus equipos de campaña se volcaron a las calles de Río de Janeiro para ganarse a los electores, un día después que Rousseff hizo proselitismo en la región metropolitana de Sao Paulo.

Rousseff estuvo nuevamente acompañada del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, no obstante las críticas que la prensa vertió en su contra en los últimos días –en consonancia con el candidato opositor José Serra– por su activismo en favor de la petista, ex jefa del gabinete presidencial.

Según el socialdemócrata, esta actitud contrasta con la práctica de otros mandatarios en el pasado durante tiempos electorales.

Serra recibió el apoyo de cientos de simpatizantes en la zona turística de Copacabana en Río, mientras los petistas estuvieron en barrios populares del norte de la zona urbana.