Frente a la insensibilidad del gobierno para participar en el salvamento financiero de Mexicana de Aviación, la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación (ASPA) señaló que los trabajadores de la aerolínea buscarán la restructuración de la empresa en un esquema sin inversionistas, en el que, con la capitalización de todo el pasivo laboral, más un fondo jubilaciones de 230 millones de pesos que tienen los trabajadores a su favor, puedan servir de flujo de capital para que la compañía vuelva a operar.

Fernando Perfecto, dirigente de ASPA, adelantó ayer lo anterior y expuso que este esfuerzo requerirá de la participación de los otros dos sindicatos que tiene la aerolínea y todavía se está tratando de lograr la restructuración de Mexicana y no un rescate.

Dijo que dada la posición que aparentemente adoptó el Poder Ejecutivo federal, al señalar que no destinará recursos para un fondo especial de rescate para le empresas, a los trabajadores no nos queda otra más que llegar a un extremo, de poner en la mesa la posibilidad de no únicamente capitalizar los pasivos laborales, como desde agosto pasado se ha propuesto, sino incluso utilizar los fondos generado mediante nuestro contrato colectivo y destinado a satisfacer paulatinamente, en el tiempo, las jubilaciones de los pilotos.

Fondo de $230 millones

Estos recursos, que son aproximadamente 230 millones de pesos se pondrían en la mesa, para que, junto con la capitalización de los pasivos, puedan los trabajadores aportar el flujo de dinero necesario para restructurar la empresa y reiniciar operaciones, señaló el líder sindical.

Cuestionado en que posición quedarían, si como accionistas mayoritarios, explicó que se trata de un ejercicio de capitalización en el que la posición de ASPA de aportar los recursos para la restructuración evidentemente necesitaría del concurso de otros sindicatos y de los acreedores más importantes para poder realizar esta operación y para tener los flujos necesarios para que vuelva a funcionar la aerolínea.

El planteamiento es que los tres sindicatos participen, sin inversionistas; por el momento no se considera ningún tipo de inversión externa a la empresa, pero seguro que si se logra esto, que se ve con optimismo, podríamos replantear la situación de Mexicana y el valor al siguiente día será exponencialmente mayor. No dudamos que habría inversionistas interesados en ser parte de la participación accionaria de la empresa, aseguró.

Señaló que el punto que se le está olvidando el gobierno federal es la deuda tan abultada que tiene Mexicana, la cual asciende a entre 2 mil y 2 mil 500 millones de pesos, por lo que, según dijo, las autoridades deberían considerar la restructuración como un tema estrictamente financiero y no político, pues si se decreta la quiebra no va a poder rescatar nada de esa deuda.