Al criticar el recorte de inversión para programas de educación y vivienda que aprobó la Cámara de Diputados en el presupuesto para el próximo año, el Consejo Coordinar Empresarial (CCE) aseguró que el avance de Brasil en varios niveles de competitividad se explica porque aplica siete veces más recursos públicos que México para impulsar actividades productivas mediante la banca de desarrollo.

En un comunicado urgente, el organismo cúpula del sector privado exhortó a los legisladores a modificar el presupuesto y revertir las reducciones de inversión en vivienda y educación, además de demandar más recursos para las pequeñas y medianas empresas, la investigación científica, tecnológica y la innovación, así como para la banca de desarrollo.

También la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) criticó la rápida y pronta aprobación del presupuesto, pues consideró que fue meramente recaudatorio y no analítico ni apegado a la realidad para impulsar el crecimiento de la economía nacional. Del manejo del gasto depende si se dinamiza la economía o causa fenómenos como la inflación y devaluación del peso, advirtió.

Si a la inversión se le destina únicamente 23.4 por ciento del presupuesto de egresos, ¿cómo se logrará el fortalecimiento industrial, la diversificación de las actividades productivas y la generación de empleos?, cuestionó Canacintra.

Planteó que para reactivar el mercado interno, recuperar la capacidad adquisitiva de la población y estimular la inversión se debe tener dos estrategias: que los legisladores sean sensibles a las necesidades de la población, consensuando un nivel de salario que realmente esté encaminado a recuperar la capacidad adquisitiva, y que se defina un acuerdo para mejorar la productividad.

A contracorriente del organismo cúpula del sector privado, del gobierno federal y del PAN, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canacope) lamentó que el PRI haya reculado en su propuesta de reducir el IVA.

Vemos con desencanto que la clase política desestima los clamores populares que veían con agrado la supuesta intención de una fracción de diputados de reducir el IVA en uno por ciento, asentó.

El gasto público en México, señaló el CCE, ha aumentado a tasas muy superiores a las del producto interno bruto (PIB), y el presupuesto aprobado para 2011 alcanza proporciones históricas que favorecerán al Ejecutivo federal, estados y municipios, pero cuestionó su aplicación.

Mientras dichos recursos no se destinen con transparencia y eficacia a inversiones productivas, proyectos y programas de alta propiedad y rentabilidad social, esta situación puede generar desajustes a nuestra economía. El crecimiento vigoroso del gasto público será sano y sustentable sólo si se basa en la expansión de la economía, no con incrementos continuos e irreflexivos a las tasas tributarias, sentenció.