Planteará a diputados ver el trabajo como asunto de seguridad nacional
Lunes 25 de octubre de 2010, p. 43
La falta o pérdida de empleo se ha convertido en el mayor miedo actual de la gente, por encima de las condiciones de violencia e inseguridad que se viven en el país
, lo cual ha provocado que casi una de cada dos personas económicamente activas en la ciudad –1.7 millones– esté en desempleo, subocupación e informalidad, informó el secretario del Trabajo y Fomento al Empleo, Benito Mirón Lince.
En el cuarto informe de labores que rendirá hoy ante la Comisión de Asuntos Laborales y Previsión Social de la Asamblea Legislativa, señala que la desocupación y precarización del empleo ha obligado a transitar a muchos trabajadores de las actividades formales a otras informal, como mecanismo de supervivencia.
Destacó entre ellas las labores de hojalatero, pintor, aseador de calzado, trovadores, músicos, vendedores de billetes de lotería y actividades realmente nuevas, como los cuidadores y lavadores de vehículos
, donde el número de solicitudes de regularización se eleva cada año, por lo cual se trabaja en un programa de regularización, para identificar a quienes se desempeñan en esa labor y prevenir delitos en la vía pública.
La mayoría de los trabajadores del Distrito Federal, sin embargo, se desempeñan en condiciones laborales precarias, aseguró. Del total de la población ocupada, son 3 millones 928 mil 222 personas, es decir, 45 por ciento.
Además, 55.8 por ciento no cuenta con acceso a instituciones de salud; 31 por ciento carece de prestaciones laborales de ley como son aguinaldo, vacaciones con goce de sueldo y reparto de utilidades, y 36 por ciento no cuenta con contrato escrito, por lo que al menos 300 mil personas están subocupadas.
Ante ello, sugeriremos a la ALDF declarar el empleo como un asunto de interés público y seguridad nacional, y prever en el presupuesto de 2011 partidas para impulsar la generación de más fuentes de trabajo
, mencionó.
Hoy, afirmó, el mercado laboral está en situación desesperada
, por lo que no admite banderas partidistas, políticas e ideológicas, para caminar hacia una mejor ciudad, lo cual también implica organizar en forma diferente la economía local, buscando el equilibrio entre programas sociales y económicos, con la finalidad de conformar una democracia económica, con la creación de más cooperativas
.