Con el propósito de fortalecer al PRD y que siga siendo mayoría en el Distrito Federal, un grupo de perredistas se comprometió a buscar la unidad de las fuerzas de izquierda, impulsar una política independiente respecto de los partidos de la derecha –PRI y PAN principalmente– y promover el método de elecciones primarias abiertas a todos los ciudadanos en la elección de candidatos a legisladores y jefes de Gobierno y delegacionales.

En el documento Hacia un pacto democrático y unitario en el Partido de la Revolución Democrática, Martí Batres, Clara Brugada, Pablo Gómez, Benito Mirón Lince y Armando Quintero reconocieron que no es con una retracción en la política de oposición del sol azteca como puede seguir siendo mayoría en la capital del país. Tampoco lo sería, dijeron, con otra política de concesiones al PRI que pretende sólo beneficiarse de los vacíos políticos del PAN en la ciudad y del fracaso de este partido en el plano nacional, cuando se deben buscar los caminos que lo conduzcan a mantener su unidad orgánica y de las fuerzas democráticas, progresistas y socialistas que permitan un avance de las izquierdas mexicanas.

El gobierno federal ha fracasado, pero la derecha gobernante no es la única derecha, ésta también se anida en el PRI, dentro del cual predomina con amplitud, por lo que la verdadera alternativa al PAN no puede ser la otra derecha con diferente ropaje, pero con la misma política, sino una izquierda capaz de articular un movimiento popular de cambio político y social, afirmaron.

Los cambios alcanzados en esos rubros en la ciudad, consideraron, deben ser vistos como una plataforma para transformaciones mucho más amplias y profundas, por lo cual es necesario fortalecer tanto la unidad como la definición programática de la ciudad, sobre todo ante las evidentes amenazas contra la unidad de las izquierdas en el estado de México, para que eviten su desunión y potencien la fuerza de las corrientes democráticas.

Por ello, se requiere desde ahora una definición clara en favor del método de primarias abiertas, que históricamente ha usado el PRD, y una conducta que garantice la lealtad a la democracia, el respeto a la legalidad y la libertad de los electores, puntualizaron en el documento.