El director israelí lleva a Guanajuato InfraRed, obra contra el racismo
Domingo 24 de octubre de 2010, p. 5
Guanajuato, 23 de octubre. El director artístico de la compañía de Danza Contemporánea Kibbutz de Israel, Rami Be’er, sostuvo que la obra InfraRed, que se presentará en la fiesta cervantina este fin de semana, es una manifestación contra del racismo y la violencia, y que promueve la armonía de la humanidad.
En entrevista, Rami Be’er reconoció que su propuesta coreográfica está marcada por el conflicto israelí; sin embargo, cree firmemente en la humanidad y en la armonía que debe existir entre las personas más allá de las diferencias.
La obra, basada en el poema En el jardín negro, escrito por el mismo Be’er, es un viaje en el que explora las caídas de la condición humana, causadas por debilidades como ira, miedo o envidia.
El director artístico y coreógrafo señaló que el espectador encontrará su propio jardín negro e interpretará desde su experiencia.
“La danza, la música y lo visual sirven de puente entre las personas, pese a no compartir historia, religión o lenguaje; contribuyen, de manera modesta, a crear un mundo para vivir mejor.
Nosotros somos de Israel y estamos informados de las noticias, de los atentados, los conflictos, del acontecer en el ambiente político, pero también estamos convencidos de que el arte, la danza y la cultura crean un diálogo entre las naciones interesadas en crear un mundo mejor.
Rami Be’er consideró que cada espectador interpretará la obra de acuerdo con su visión del mundo, de sus recuerdos y sentimientos, sin juicios sobre lo correcto e incorrecto; simplemente se acercará a un estado de libertad.
La obra, creada en 2009, que surge de la existencia del ser humano se caracteriza por sus constantes cambios en los movimientos corporales, de la tensión a la relajación, y por las gesticulaciones que oscilan entre mecánicas y entrecortadas.
En InfraRed, Rami Be’er utiliza colores básicos como el rojo, amarillo y azul, junto con el negro y el blanco para recrear su poema, que trata de tres soldados que ejemplifican los conflictos y las diferencias de territorio y el momento en que los sueños del ser humano desaparecen.
El público observará círculos de relaciones entre parejas, grupos, así como individuales, de aquellos que están contra la sociedad; círculos vinculados con la vida. La obra nació de mi propio círculo.
El color negro es esencial en el desarrollo de la pieza, sobre todo cuando los cuerpos negros son descubiertos con las luces infrarojas y los colores rojo, amarillo y azul surgen lentamente entre los bailarines.
El director israelí aseveró que la danza es efímera y sólo permanece en la memoria. Prefiero que cada espectador escoja su historia.
La agrupación Kibbutz se presentó hace 12 años en el FIC con la obra Ayuda a la memoria, que se refería a la segunda generación del Holocausto, este año regresa con InfraRed al Auditorio del Estado; hoy será la última función a las 20 horas.