El 60 por ciento de las averiguaciones previas abiertas en la Fiscalía Especial para los delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) apunta a los padres de menores víctimas de trata de personas como presuntos responsables de haber expuesto y/o vendido a sus hijos a las bandas delictivas, reveló ayer Sara Herrerías Guerra, encargada de ese ministerio público de la Procuraduría General de la República (PGR).

En el último día de actividades de la Semana Nacional de Migración 2010, la fiscal pidió la colaboración de las mujeres que hayan sido víctimas de trata de personas para que presenten su demanda ante las autoridades ministeriales, y expuso que si las denunciantes tienen miedo a querellarse contra sus victimarios, les informo que desde mayo pasado ya estamos recibiendo denuncias anónimas para proteger la identidad de las niñas y adolescentes.

María Angélica Guerrero, jefa de la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores y Órganos de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), quien también participó en la mesa redonda Niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados víctimas de la trata de personas, refirió que por lo menos desde hace una década proliferan en el país pequeñas bandas criminales que operan al margen de los grandes cárteles de México.

Son pequeñas bandas que pasan desapercibidas para las autoridades y de las que difícilmente se tiene un registro nacional, porque procuran mantenerse con bajo perfil, añadió Guerrero, una veterana agente del Ministerio Público Federal experta en bandas criminales dedicadas al tráfico de órganos.

De su lado, Laura Salinas Beristáin, coordinadora de políticas públicas de la Fevimtra, admitió que las autoridades ministeriales, migratorias y policiacas se han quedado cortas en su acción contra las bandas criminales dedicadas al crimen trasnacional de tráfico de personas, por lo que pidió redoblar esfuerzos e implementar acciones más eficaces para evitar que los indocumentados sigan siendo víctimas de ese delito.

La funcionaria de la PGR refirió que a las mujeres víctimas de trata no se les debe recriminar ni tratar con prejuicios de género y reconoció que la visión machista que prolifera entre los agentes ministeriales y hasta los juzgadores hombres beneficia a los tratantes de blancas, pues se les resta credibilidad a las denunciantes.

Por la mañana, durante la conferencia denominada Impacto de la migración en la familia y el consumo de drogas. Análisis sicosocial con enfoque de género, Ricardo Sánchez Huesca, director de Investigación y Enseñanza de los Centros de Integración Juvenil, destacó que en un estudio que se realizó sobre la prevalencia del uso de drogas de migrantes en retorno captados en la frontera norte, de una muestra de 567 mexicanos, 35 por ciento de los hombres y 5 por ciento de las mujeres aceptaron consumir estupefacientes.

El 66 por ciento de los hombres que admitieron ser adictos a alguna droga reconocieron que antes de migrar a Estados Unidos iniciaron el consumo de algún tipo de estupefaciente, principalmente mariguana.

Los migrantes consumidores destacaron que una vez que llegaron a algún distrito estadunidense incrementaron el uso de drogas, y fue ahí donde llegaron a consumir cocaína, crack, metanfetaminas, éxtasis, heroína y LSD.

En tanto, según los resultados de ese sondeo, 67 por ciento de las mujeres de la muestra aceptaron que comenzaron a usar drogas después de llegar a Estados Unidos, sobre todo metanfetaminas.

Atala Pérez Rodríguez, directora de Promoción Comunitaria del Instituto de los Mexicanos en el Exterior de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), destacó que la mariguana es la droga de inicio para la mayoría de los migrantes mexicanos en Estados Unidos.