Más que una cuestión de fronteras y armamento, la seguridad nacional es un concepto que debe descansar en la estabilidad social, porque de ella depende que los conflictos generados por el calentamiento global no sean tan graves en el futuro próximo, advirtió el especialista militar británico Neil Morisetti.

En entrevista con La Jornada, realizada antes de la presentación del informe Impactos relacionados con el clima en la seguridad nacional en México y Centroamérica, elaborado por el organismo británico Royal United Services Institute (RUSI), el funcionario indicó que es vital adoptar pronto acciones contra el calentamiento global.

Aunque subrayó que este fenómeno no necesariamente va a causar un escenario de catástrofe, sí podría ocasionar daños considerables en muchos ámbitos, sobre todo en la agricultura y la disponibilidad de recursos vitales para la subsistencia.

Por ello, es fundamental que los gobiernos entiendan que las amenazas a la seguridad nacional no tienen que ver tanto con un enfrentamiento armado, sino con la escasez de agua y comida, y con las epidemias causadas por el cambio climático.

Si no se empieza a avanzar desde ahora en la mitigación y adaptación, el problema en unos cuantos años será peor y requerirá de hasta 20 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, dijo.

Debemos entender que en este tema no hay fronteras. Nosotros podemos aprender mucho de México, por ejemplo, porque aquí tienen una organización eficiente en cuanto a desastres naturales, sostuvo Morisetti.

Aunque admitió que es probable que en la 16 Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Cop-16) no se alcancen acuerdos jurídicamente vinculantes, insistió en la importancia de reducir la dependencia de los combustibles fósiles mediante el uso de tecnologías limpias.

Por su parte, durante la presentación del informe, el director del departamento de seguridad y resiliencia del RUSI, Tobias Feakin, recalcó que hay un riesgo considerable de que los efectos del cambio climático –si el gobierno mexicano no actúa a tiempo– exacerben las tensiones sociales y causen protestas violentas.

Además, al ver mermada su capacidad de respuesta, es probable que las autoridades pierdan control sobre parte del territorio, lo cual brindaría al crimen organizado un margen de acción más amplio para contrabandear armas y personas u obligar a los campesinos a trabajar para ellos.

Al término del acto, Feakin explicó que además del daño a las tierras agrícolas del norte del país, donde habrá más estrés hídrico, el aumento en el nivel del mar afectará a ciudades costeras como Cancún, Veracruz y Puerto Vallarta, entre otras.