En acciones atribuidas al crimen organizado, 36 personas murieron entre la noche del viernes y el sábado en Chihuahua, Jalisco, Sinaloa, Guerrero, Michoacán y Nayarit. Entre ellas se encuentra Miguel Castro Medina, coordinador operativo de la policía de Tránsito de Culiacán.

En Mazatlán, Sinaloa, unos 10 sujetos vestidos de policías ministeriales y armados con fusiles AK-47 ingresaron en el hospital Martiniano Carvajal, desarmaron a 10 vigilantes, obligaron a tirarse al piso a quienes se hallaban en la sala de cirugía y remataron a Iván Francisco Fernández Acuña, quien por la mañana fue herido de bala e internado en ese nosocomio.

En el penal de ese puerto fue encontrado muerto Crisóforo Reyes Camacho, acusado del homicidio de dos policías durante una persecución el martes pasado, y del ataque a balazos a las oficinas del periódico Noroeste.

Castro Medina, coordinador de Tránsito de Culiacán, fue asesinado mientras circulaba por el bulevar Manuel Clouthier, frente a un centro comercial de esta ciudad. Otras dos personas fueron muertas en esa capital. Poco después, en la colonia Aguaruto, tres personas fueron heridas.

Con la nómina a cuestas, Abelardo Alcaraz, coordinador de Servicios de Protección de Seguridad Pública en el norte de Sinaloa, fue levantado afuera de un restaurante en Culiacán.

En una cancha de voleibol del poblado La Fila, municipio de Tecalitlán, Jalisco, cinco hombres acribillaron a cuatro personas mientras jugaban. Las víctimas son Juan Daniel Olivera Mendoza, Natividad Ceballos Gutiérrez, Abel Olivera Magaña y Apolinar Vargas Valencia. Hubo ocho heridos.

Cerca de La Cuesta, municipio de Talpa de Allende, Jalisco, los jóvenes Fidencio Torres Montes y Telésforo Mora Mora también fueron ejecutados.

En Michoacán, el presidente de bienes comunales de Uruapicho, Adolfo Zacarías, fue encontrado muerto la noche del viernes tras haber sido levantado por un comando en la plaza pública de Paracho. En Uruapan la policía encontró restos de un descuartizado.

Mientras, dos personas que resultaron heridas la noche del viernes, cuando los asistentes a una fiesta fueron tiroteados en Ciudad Juárez, Chihuahua, fallecieron ayer, lo que elevó a seis los fallecidos por ese hecho.

En la colonia Constitución otras ocho personas fueron asesinadas a tiros. Dos eran mujeres.

Además, las autoridades levantaron en distintos sitios los cadáveres de Humberto Rolando Ávila Ortiz, Leonardo Desales Sotelo, José Manuel González Salazar, Arnulfo Ortega Ornelas y a un policía municipal no identificado, igual que otra persona. En el resto de Chihuahua fueron asesinadas cinco personas: tres en Parral; una en ciudad de Cuauhtémoc y otra en la capital del estado.

Durante la semana se reportó la desaparición forzada de Jesús José López Álvarez, originario de Dallas, Texas, junto con los mecánicos Manuel Guerrero Sáenz y Jaime Álvarez García, quienes fueron levantados en Puerto Palomas; además, un matrimonio que por esa causa dejó abandonada a su hija en un jardín de niños y la tuvo que recoger una tía, y una pareja en la capital del estado.

La madrugada de ayer, en Tepic, Nayarit, fue acribillado Miguel Ángel Álvarez, mientras Mario Alberto López fue ejecutado cuando intentaba cruzar la calle.

Cuatro personas fueron localizadas muertas la tarde de ayer en una camioneta en el libramiento Paso Texca, municipio de Acapulco, informó Seguridad Pública de Guerrero. Horas antes, en la colonia Frontera, fue ejecutado a balazos en su domicilio Roberto Santos Bruno. Por la tarde, antes de llegar a Mazatlán, municipio de Chilpancingo, fue ultimado Oliver Nájera Zamora.

En Nezahualcóyotl, estado de México, los agentes Roberto Gallardo Ulloa, Luis Labastida Isaac Israel y Ricardo Cruz Clara, de la Secretaría de Seguridad Pública federal, fueron golpeados por vecinos de la colonia Benito Juárez cuando fotografiaban una casa donde supuestamente se vende droga. Cruz Clara fue despojado de su arma. Policías municipales lograron rescatarlos y acudieron por ellos otros 40 federales.