El mandatario descarta resignación y asegura que enfrentan a la delincuencia con todo
La violencia debe atacarse también con generación de riqueza, no sólo con la fuerza, resalta
Sábado 16 de octubre de 2010, p. 9
Monterrey, NL, 15 de octubre. Aquí no hay ni habrá resignación. Nuevo León es una comunidad pacífica y productiva, que lucha para que el ambiente de violencia que hoy encara sea temporal
, puntualiza el gobernador Rodrigo Medina.
Y ataja: “Estaría aún más preocupado si esta situación de inseguridad se viviera sólo aquí, ¡pero es casi todo el país!
“Claro –añade– aquí se nota mucho más porque somos una entidad locomotora en el desarrollo nacional. Hay conflictos, enfrentamiento entre bandas criminales, pero somos fuertes por nuestra gente, por lo que representa Nuevo León, por sus logros”.
Apenas cumple 12 meses en el puesto de gobernador de una de las entidades económicamente más fuertes, y el político militante del PRI, de 38 años, ha encarado ya las consecuencias de dos fenómenos funestos: el crecimiento de la violencia protagonizada por las bandas del crimen organizado y la destrucción provocada por el huracán Álex que en 24 horas causó precipitaciones por 446.5 milímetros, casi el doble que las dejadas por el otro mayor meteoro que se abatió contra Nuevo León, el Gilberto, en 1988, con 280 milímetros.
El paso de Álex a principios de julio desbordó ríos (particularmente el Santa Catarina que atraviesa Monterrey), paralizó las actividades laborales, educativas y comerciales en buena parte de la zona metropolitana, destruyó vialidades, ductos de agua potable, inundó viviendas, numerosas familias fueron enviadas a refugios temporales y 15 personas fallecieron.
A su vez, los enfrentamientos entre bandas de delincuentes y los choques de éstas contra las fuerzas del orden, el asesinato de dos alcaldes, el estallido de artefactos explosivos en edificios públicos y los narcobloqueos, mantienen a la población presa del temor y la zozobra.
Medina de la Cruz admite haber gobernado en un período complejo, difícil, de claroscuros y contrastes
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Insiste en su obligación de recuperar índices razonables de seguridad y, al mismo tiempo, no detener la visión de crecimiento económico de la entidad. “Ahí existen realmente resultados positivos aunque, en efecto, el tema del crimen puede eclipsarlos por su alto impacto en la sociedad.
Pero esos logros también deben comunicarse a la gente para persuadirla de la buena marcha del estado
, reclama.
Y menciona: “Nuevo León, con el 4 por ciento de la población total del país genera 8 por ciento del producto interno bruto nacional y es líder en inversión extranjera (2 mil 200 millones de dólares en un año), para 2010 su tasa de crecimiento será de 6 por ciento y sólo en septiembre se crearon –según cifras del IMSS– 10 mil empleos, para hacer un anualizado de 82 mil puestos de trabajo”.
E insiste: Entonces no tengo una visión simplista ni pretendo decir que no pasa nada. Las cosas están sucediendo aquí como en todo el país, pero deben ubicarse en la dimensión correspondiente. La inseguridad la enfrentamos con todo: militares, marinos, policías federales y locales porque es una emergencia y requiere atención directa
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El mandatario estatal destaca que otra forma de atender el problema de la inseguridad está en la generación de riqueza. Debe aplicarse una estrategia integral porque no podemos concentrarnos sólo en el lado de la fuerza, sino generar oportunidades para la población: empleo, educación digna (con una inversión este año de mil 100 millones de pesos sólo en escuelas) y servicios urbanos
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