Ricardo Márquez y Carlos Retana, acusados de pedir sexo a cambio de privilegios
La directora del reclusorio no ha hecho caso de las denuncias de las internas
Sábado 16 de octubre de 2010, p. 35
Los directores jurídico y del centro escolar del penal femenil de Tepepan, Ricardo Márquez Hernández y Carlos Retana Jiménez, se encuentran en calidad de presentados ante la Fiscalía de Servidores Públicos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), acusados de forzar a internas a mantener relaciones sexuales con ellos a cambio de privilegios en la prisión.
Lo anterior forma parte de la investigación que realiza la dependencia por una presunta red de trata de internas con fines sexuales denunciada por la Comisión de Derechos Humanos capitalina, en la que María Parres, presa por abuso de confianza, denunció a ambos funcionarios por lenocinio.
Autoridades de la PGJDF informaron que Márquez Hernández y Retana Jiménez se encuentran desde el pasado jueves a disposición del Ministerio Público ante quien rinden declaración y en las próximas horas se definirá su situación jurídica, ya que el plazo vence hoy.
Horas después de haber sido detenidos, la denunciante fue agredida a golpes por un grupo de internas frente a una custodio, quien no hizo nada por evitar el ataque. Ante esa situación, la madrugada de ayer, Parres fue trasladada al reclusorio femenil de Santa Martha, junto con Yusmary Guzmán, otra de las denunciantes de la CDHDF en torno la prostitución de internas en los túneles del Reclusorio Oriente que van a los juzgados, pese a que ambas habían solicitado a la PGJDF no ser trasladas a dicho penal, ya que allí corren más riesgos.
En su declaración ante el MP, María Parres acusó al director del Centro Escolar de Tepepan de proponerle tener sexo a cambio de que le permitiera ser asesora de clases, además de que este funcionario mantiene relaciones con las internas denominadas estafetas o mensajeras, a cambio de que no las envíen a celdas de castigo y hablar bien de ellas para que les den cambio de dormitorios
, además de permitirles tener aparatos electrodomésticos.
Sobre Ricardo Márquez, la denunciante afirmó que en marzo de 2009, con la promesa de otorgarle la libertad, obligó a una interna a tener sexo con él, además de que mantiene relaciones con otras dos presas encargadas de limpiar su oficina y a quienes da información de como van los procesos
de cada una de las reclusas.
Agregó que varias internas intercambian sexo por drogas con custodias y agregó que pese a que ha denunciado estas conductas con la directora del penal, Consuelo Vázquez, ésta ha hecho caso omiso.
En el caso de Yusmary, cuyo testimonio publicó este diario el pasado 20 de agosto, ratificó la declaración que hizo ante la fiscalía de Iztapalapa de la PGJDF, sobre el acoso sexual y amenazas de que fue objeto para tratar de obligarla a prostituirse en los túneles que conducen a los juzgados del Reclusorio Oriente, salvo que en esta ocasión identificó a uno de los custodios que la hostigaban como Aarón Set Vargas Díaz, alias El Jefe.
En torno a la agresión a María Parres, familiares de la interna y Sabás Cruz, presidente del Colectivo Heberto Castillo pro Defensa de los Derechos Humanos de Presas, Presos y Familiares, se reunieron con el presidente de la CDHDF, Luis González Placencia, para presentar una queja, y aunque el ombudsman les informó que visitadores de la comisión ya se habían presentado en el penal femenil de Tepepan, reconoció que éstos no pudieron entrevistarse con la afectada.