La industria tabacalera aún está sacando sus inventarios, explica
Viernes 15 de octubre de 2010, p. 47
Poco a poco vamos a ver
los pictogramas en las cajetillas de cigarros, de tal manera que para 2011 sólo habrá empaques con las imágenes y leyendas que advierten sobre los riesgos a la salud, afirmó el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos.
Explicó que si no hay los suficientes es porque la industria tabacalera está sacando sus inventarios
. Al participar en el seminario La salud de los mexicanos y la Fundación Mexicana para la Salud, comentó la estrategia seguida para la erradicación del tabaquismo en el país y reconoció la necesidad de eliminar la publicidad de los productos del tabaco.
Ante los ex secretarios de Salud de los pasados 25 años y miembros del sistema nacional del ramo, el funcionario recordó que está pendiente de discusión la iniciativa para incrementar en 10 pesos el costo de la cajetilla de cigarros. Confió en que se logre su aprobación en la Ley de Ingresos 2011.
La noche del miércoles, Córdova participó en la presentación del libro El tabaquismo en México, coordinado por María Elena Medina Mora. Durante el acto, mencionó que el aumento en el precio permitiría evitar la muerte prematura de un millón de personas.
Confió en que la industria tabacalera cumplirá con la disposición para que las cajetillas contengan imágenes y leyendas de advertencia sobre los riesgos a la salud ocasionados por fumar.
Señaló que se realizan evaluaciones del impacto que dichas imágenes tendrán en la población, a partir de cuyos resultados se preparará la segunda ronda de pictogramas que deberán colocarse en las cajetillas el próximo año en sustitución de las 12 actuales.
Córdova reconoció, además, la necesidad de modificar nuevamente la Ley General para el Control del Tabaco, a fin de prohibir la publicidad. Actualmente los anuncios están permitidos en las revistas para adultos.
Sobre la prevalencia del tabaquismo entre los jóvenes, Joaquín López Bárcena, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM, aportó algunos datos: entre 20 y 30 por ciento de los alumnos son fumadores que no tienen ninguna intención de dejar de hacerlo, hasta que llegan a adultos.
Refirió que en los Centros de Integración Juvenil, la solicitud de ayuda para dejar el hábito es de personas mayores de 30 años de edad. Por ello, indicó, es imperativo aumentar la capacidad de convencimiento entre los jóvenes. El resto es difícil porque este sector de la población percibe como remoto el daño a su salud.
Admitió que en la Universidad Nacional no ha prosperado la iniciativa para que las áreas escolares sean ambientes libres de humo de tabaco, principalmente por la falta de apoyo de los profesores. Dijo, incluso, que en algunas escuelas el salón de profesores es el de fumadores
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