Desigualdad social, entre los pendientes en la región, dice Lagos
Viernes 15 de octubre de 2010, p. 20
Aunque las democracias en América Latina aún enfrentan fragilidades derivadas de la pobreza, el crimen organizado, crisis económicas e incluso las caídas de gobiernos, la irrupción militar se ha ido alejando del escenario político regional
, sostuvo el ex presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti, para quien la bonanza económica en la región, que no tiene precedentes, debe ser soporte para consolidar las democracias.
En el último día de trabajos del Foro de la Democracia Latinoamericana, Sanguinetti aseguró que entre las fragilidades del sistema en la región se encuentran la inseguridad y el crimen organizado, lo que ha provocado que las sociedades exijan a sus gobiernos mayor autoridad para afrontar esta condición. Los gobiernos deben estar por delante de esa demanda de seguridad para que no los desborde, porque dicha demanda se aproxima muy fácilmente al autoritarismo
, en especial en una región donde los niveles de pobreza y marginación pueden alimentar ese crimen organizado.
En tanto, Ricardo Lagos, ex presidente de Chile, subrayó que la democracia es un proceso que no termina, por lo que ahora las tareas son enfrentar los problemas de América Latina, entre los que destacó la desigualdad social. Asimismo, hizo hincapié en la importancia de que en la región se pueda equilibrar la trilogía entre Estado, sociedad y mercado, pues sólo en esta lógica se puede lograr que la democracia electoral tenga resultados efectivos en la sociedad.
Como proceso, la democracia gana en sustancia y en riqueza porque es capaz de asegurar que cuando crecemos, ese desarrollo no quede en unos pocos, sino que llegue a todos los sectores, a toda la sociedad organizada; tarea no fácil, porque obliga a perfeccionarla permanentemente
, advirtió.
Enrique Iglesias, ex dirigente del Banco Interamericano de Desarrollo, ofreció una visión sobre la importancia de que la democracia sirva para que las naciones se adecuen a la nueva realidad económica internacional y la transformación inminente con el mayor protagonismo que Asia cobrará en la materia a escala mundial. Dijo que es necesario revisar qué tipo de Estado requiere América Latina para enfrentar la necesidad de incrementar la competitividad de sus economías.
Coincidió en que nunca en la historia la región había tenido condiciones económicas tan favorables para su crecimiento, pero es momento de aprovecharlo para afrontar los desafíos globales que representan el cambio climático, el crimen organizado, la migración creciente o el nuevo entorno financiero. Iglesias consideró imprescindible retomar el esquema de planificación, que el extremo del modelo neoliberal marginó con la lógica de que el mercado iba a resolver todos los problemas.