Abogado de profesión, en cierto momento el suizo Antonio Bühler quiso tener un acercamiento más físico y no sólo intelectual a la vida; entonces, en los años 80 del siglo pasado, se fue a Nueva York a tomar clases de danza.

Con el tiempo dejó su anterior ocupación y empezó a crear coreografías. Resultó premiado en un concurso coreográfico.

En 1987, junto con Brigitte Meuwly, Bühler fundó Da Motus! (expresión que significa dar movimiento), compañía de danza que se presentará por primera vez en México dentro del programa de la versión 38 del Festival Internacional Cervantino (FIC).

Este viernes y mañana sábado su espectáculo En vie... en ville se apoderará a los recovecos de la Plaza San Fernando, en Guanajuato, como parte del rubro teatro de calle del Cervantino.

Los trajes amarillo venenoso y las máscaras que cubren los cuatro personajes de En vie... en ville uniforman a los bailarines de tal manera que resulta difícil distinguir entre hombres y mujeres. Esta especie de comando, grupo de científicos o exploradores –cada espectador dará su propia lectura–, transitan en el espacio con movimientos bruscos, geométricos, sincronizados, como si fueran guiados por una voluntad exterior, a la manera de marionetas, expresa Bühler vía telefónica. Hay un tono caricaturesco.

En la estructura de la obra es crucial la interacción con la arquitectura del lugar. Al espacio urbano se aporta un poco de color en la forma de poesía y fantasía. También hay una especie de mensaje, o advertencia, que dichos personajes exponen respecto de cómo las sociedades se relacionan con su entorno.

La imagen fantasmagórica que produce el cuarteto hace pensar que están protegidos por completo del entorno difícil en que se mueven, manifiesta el entrevistado.

Gusto por actuar al aire libre

En vie... en ville, obra creada en 2003 y presentada ya en 39 países, se divide en dos partes: una más móvil, en que los personajes se trasladan de un lugar a otro apoyados en la arquitectura, mientras en la otra un músico acompaña la puesta, que es más coreográfica.

Para Bühler se trata de una alegoría, poética y crítica al mismo tiempo, de la vida urbana; no proporciona respuestas completas, pero hace buenas preguntas a un público atento que, a su vez, empieza a formular sus propias interrogaciones.

Bühler y Meuwly fundaron la compañía para crear algo original, nuestro propio trabajo, y no tener que trabajar para otras personas. Da Motus! alterna las puestas en escena para teatro con las producciones para espacios exteriores: Nos gusta actuar al aire libre, porque nos agrada trabajar con la arquitectura, con las situaciones de la calle que no existen en un espacio cerrado, a la vez que nos gusta llevar la danza a personas que nunca entrarían a un teatro para verla. No importa que sólo se enfrenten a esa disciplina artística cinco o 10 minutos. Hay que llevar el arte a la calle para que lo vea todo el mundo, no sólo cierto tipo de personas.