Unos 500 aficionados, incluidos los desairados miembros de la barra Monumental, acudieron ayer por la mañana al estadio Azteca para celebrar el 94 aniversario del América. Varios coincidieron en reclamar mayor entrega: ¡queremos que suden la camiseta!, exigió una aficionada.

En la cancha del inmueble, el técnico Manuel Lapuente y su auxiliar Alex Aguinaga, ambos mejor identificados con la década dorada del Necaxa, conversaron cerca de media hora con el presidente del club, Michel Bauer, mientras la gente con dificultad reconocía a los jugadores, pues los más famosos, como Vicente Sánchez y Matías Vuoso, son recién llegados.

Miguel Layún, otra novedosa incorporación, parecía el más entusiasta y cuando pasaba frente a la tribuna alzaba la mano para saludar, lo que contrastó con la indiferencia de Pável Pardo y la notable ausencia del portero Guillermo Ochoa.

Este equipo no se parece nada a las Águilas de los 80, expresó un seguidor del club de Coapa, quien prefirió ahorrase las críticas por el desempeño del equipo en el presente torneo.

¡Para qué le digo lo que pienso!, aun así los quiero como de mi familia, dijo resignado.

La Monumental se quedó en la explanada sobre avenida Tlalpan con sus cánticos y tambores, ya que para ingresar sus integrantes debían presentar el boleto del partido anterior, ante Monterrey, requisito que no cumplieron.

De poco se perdieron, porque adentro, y ante el gris entrenamiento, lo único que entusiasmó al público fue el regalo de balones y playeras que hizo una empresa refresquera.

Layún, quien junto con Ángel Reyna e Israel Martínez fue el único que se acercó más a la gente, coincidió con Vuoso en que aún pueden lograr la meta de 28 puntos, cifra que les daría el pase a la liguilla. Ahora sólo suman 16.

Es el primer aniversario que vivo como americanista; es bonito convivir con la gente aunque sea unos minutos y agradecemos su presencia. Tenemos un compromiso importante con ellos, anotó el ex jugador del Atalanta italiano.

No obstante, rechazó que estén en deuda: “En cada partido todos nos entregamos al máximo; por mi cabeza nunca pasa la idea de dejar de pelear una pelota.

Tal vez a ellos les parece que no sudamos la camiseta, pero deben estar tranquilos porque damos todo; pueden irse satisfechos, sólo esperamos que los resultados comiencen a llegar.

Vuoso sostuvo que en este torneo pueden dar el título a la afición. Además habló del Tri y de la renuncia de Néstor de la Torre a la dirección de selecciones: Yo ofrecería disculpas si supiera que me equivoco, pero desconozco si él hizo mal. No estoy en su piel ni sé lo que pasó en el grupo, ¡y qué bueno que no trasciende! Eso significa que hay unión entre los jugadores.