Buenos Aires, 11 de octubre. El gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó hoy ante el secretario general de la Organización Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, una nota de protesta enviada a Gran Bretaña por los ejercicios militares que realizará en las islas Malvinas, territorio argentino ocupado desde 1833, acción que calificó de provocación inaceptable.

Jorge Argüello, embajador argentino ante la ONU, presentó la nota enviada a Londres por medio de la embajadora británica aquí, Shan Morgan, y dijo que el objetivo es alertar sobre los ejercicios misilísticos que se van a realizar en las islas.

También solicitó la distribución de la nota entre los miembros del organismo mundial para dejar constancia de una nueva violación de Gran Bretaña de las resoluciones de la ONU.

En conversación desde Estados Unidos con la agencia oficial Télam, el diplomático recordó que los misiles van a ser disparados desde territorio argentino y van a caer en aguas o en territorio argentino. Hasta que no se dilucide en la ONU el fondo de la cuestión, que es la soberanía de las islas, nadie puede decir que el territorio argentino es algo distinto de las islas Malvinas.

Recordó que la presidenta expuso en diversas ocasiones la posición argentina ante Naciones Unidas al señalar que resulta imperioso democratizar ese organismo, eliminar el derecho de veto en el contexto del Consejo de Seguridad, que permite a cinco países, entre ellos Gran Bretaña, vetar lo que decide el resto de la comunidad internacional.

El pasado 8 de octubre las fuerzas militares británicas advirtieron sobre la ejecución de una prueba bélica en el archipiélago con disparos de misiles desde el territorio en disputa, lo que se prolongará hasta el 22 de este mes.

A su vez, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, manifestó su solidaridad con el pueblo argentino y su gobierno, a la vez que repudió que las acciones británicas ocurran en abierta contradicción a disposiciones de la ONU, burlando el espíritu de los acuerdos suscritos entre ambos estados sobre intercambio de información de índole militar en relación con los territorios en disputa y exigió que cesen sus inaceptables actitudes colonialistas, que ponen en riesgo la seguridad del continente y la paz en la región.

El canciller uruguayo Luis Almagro aseguró que su país está en contra de cualquier tipo de permanencia de carácter militar en el archipiélago, después que ese gobierno negó recientemente el ingreso a sus puertos del barco británico HMS Gloucester D-96, que viajaba a las Malvinas”.