La creciente incidencia política ha afectado la imparcialidad en las decisiones del organismo
Lunes 11 de octubre de 2010, p. 8
El vigésimo aniversario del Instituto Federal Electoral (IFE) llega en vísperas de una nueva renovacion parcial de sus consejeros y sin haber resuelto una de sus principales debilidades: la partidización en el nombramiento de sus integrantes, lo que afecta directamente el eje fundamental del organismo: la imparcialidad. Este problema nunca ha podido subsanarse y de las filas del instituto han salido aspirantes presidenciales, a gubernaturas, diputados, senadores e integrantes del gabinete.
El procedimiento emanado de la Cámara de Diputados, con la consiguiente decisión en manos de las fracciones partidistas, ha impedido consolidar una conformación neutral de los consejeros electorales. El saldo es una creciente incidencia de los intereses de los partidos en las decisiones que adoptan los consejeros, particularmente acentuada desde la designación del consejo encabezado por Luis Carlos Ugalde, cuando fue más evidente el esquema de cuotas y las lealtades posteriores en el ejercicio de sus funciones.
La imparcialidad como suma de imparcialidades es la visión de los partidos y no ha funcionado
, considera la ex consejera electoral Jaqueline Peschard, quien alerta que la más reciente designación de consejeros fue un desastre
y se impuso la partidización sobre los méritos de los aspirantes al cargo.
En esa ocasión, la Cámara de Diputados rechazó postulaciones de ministros de la Suprema Corte de Justicia, un ex presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, una ex comisionada presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información, así como académicos y analistas políticos.
En ese contexto, la mayor parte de los consejeros ha privilegiado en sus posicionamientos los intereses de los partidos que propiciaron su llegada al cargo.
Para el consejero electoral Marco Antonio Baños, no hay elemento alguno que permita asociar el origen de la designación con una actitud ajena a la imparcialidad que requiere el organismo. Conozco el desempeño de todos como consejeros y no tengo duda de que hicieron un trabajo apegado a la norma.
No obstante, admite la necesidad de modificar los esquemas de designación de consejeros.
No es la visión de la ex consejera electoral Lourdes López, para quien la designación es expresión de una postura cortoplacista de los partidos, pues si bien la renovación escalonada de consejeros es un esquema virtuoso
, su instrumentación ha sido negativa para la institución.
A ello, subraya, se debe añadir la inestabilidad de la Junta General Ejecutiva, que termina por minar la estabilidad y la imparcialidad en las decisiones.
–¿Se privilegian más las lealtades que las capacidades?
–Eso no es sólo atribuible a los partidos: depende de la vocacion de los funcionarios, pero episodios como la renovación de 2008 (la más reciente) no deben repetirse. Se deben dar garantías a la ciudadanización, pero mientras los grupos parlamentarios sean quienes designan, el riesgo de la partidización sigue vigente.
En los próximos días, la Cámara de Diputados concretará la renovación del consejo que encabezó Ugalde, removido en sus dos terceras partes tras las elecciones de 2006. Con ello quedará integrado el equipo que conducirá los comicios de 2012.