Lunes 11 de octubre de 2010, p. a10
Ámsterdam, 10 de octubre. Nadie fusionó el gospel, el soul, el blues y el rocanrol tan maravillosamente como Solomon Burke, quien falleció hoy a los 70 años. Su muerte se debió posiblemente a un infarto al corazón, cuando volaba esde Los Ángeles a Holanda, antes de poder presentar su álbum más reciente en Europa.
Bendición celestial no le faltará, ya que entre sus mayores fans se encontraban incluso los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, quienes lo invitaron a celebrar la Navidad en el Vaticano.
En los años 60 Burke se convirtió en el rey del rocansoul, con frecuencia a la sombra de Sam Cooke y Otis Redding. Pero sin Burke, el mundo del gospel, soul y R&B habría sido considerablemente pobre. Escribió algunos éxitos, uno de los cuales se encuentra entre los inmortales: Everybody Needs Somebody to Love.
Acababa de dar a conocer el tema en 1964, cuando los Rolling Stones lo presentaron en su variante en rock-blues.
Wilson Picket, los Blues Brothers y muchos otros se unieron después.
Solomon tenía previsto un concierto el sábado en el club de Ámsterdam Paradiso. Las entradas estaban agotadas, como en los espectáculos anteriores del maestro, quizá con un éxito aún mayor estos días que en los años 60.