Mujeres y niñas no sólo resultan más afectadas que los hombres con la crisis económica por el desempleo y la reducción en el consumo de alimentos, sino también porque aumenta la violencia en su contra, indica una investigación de Awid, asociación internacional para los derechos y el desarrollo de las mujeres, que fue creada en 1982 por organizaciones comunitarias, agencias de desarrollo y universidades, cuando la Organización de Naciones Unidas (ONU) celebraba la Década de las Mujeres.

En tiempos difíciles, las mujeres y niñas están expuestas a mayor riesgo de violencia. Con el alza en los precios de los alimentos y combustibles crece la presión sobre las familias y los incidentes violentos contra las mujeres aumentan, indica.

Según la organización, la relatoría especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres ha advertido que la población femenina, lo mismo en naciones desarrolladas que en vías de desarrollo, resulta más afectada por la reducción del empleo y los medios para ganarse la vida, el aumento de las responsabilidades en todas las esferas de su vida y un creciente riesgo de violencia social y doméstica.