No pudo la filial juvenil de Chivas. Perdió ante el brasileño Sao Paulo, que se llevó la Copa Independencia Bicentenario Sub 17 2010. Cayeron 4-2, pero pelearon duro ayer en la final jugada en el estadio Azteca.

Les faltó malicia a los tapatíos ante un Sao Paulo que, además, llegaba invicto a la gran final tras vencer a América y Chivas –en primera fase–, y a los argentinos River Plate y Boca Juniors.

Los descuidos rojiblancos fueron el alimento del Sao Paulo, sobre todo con una saeta llamada Bruno Catanhede, un volante que no sabe de puntos geográficos, y que lo mismo le da izquierda, derecha o centro. Para el espigado muchacho todo el espacio es potencialmente área de gol.

Catanhede tuvo una escapada por la banda derecha, rápido e imparable, y disparó con olfato aunque sin precisión hacia el arco del mexicano Alejandro Lira.

El tiro pegó en el travesaño. La suerte que le faltó en ese tiro a Catanhede le sonrió a su compañero Lucas Piazón, quien se encontró de frente con la pelota y sólo tuvo que empujarla con la cabeza. A los seis minutos del encuentro Sao Paulo ya tenía el primer gol de la tarde, y luego redondeó el triunfo.

Así concluyó el torneo en el que participaron las filiales de cuatro equipos mexicanos: Chivas, Pumas, Cruz Azul y América. Por Sudamérica compitieron: Sao Paulo de Brasil; Boca Juniors y River Plate, de Argentina, y Peñarol, de Uruguay.