Con un costo de 650 millones de pesos, el Gobierno del Distrito Federal pondrá en marcha la quinta línea del Metrobús, de Buenavista a San Lázaro, con una longitud de 14 kilómetros, que será atendida por 12 autobuses largos, con una frecuencia de paso de cuatro minutos en promedio, y no alterará o destruirá la infraestructura existente en el Centro Histórico.

El secretario de Finanzas, Armando López Cárdenas, explicó que los recursos para este proyecto –que costará casi tres veces menos que el tranvía, cuya construcción se canceló– provendrán de los costos de mitigación a pagar por las empresas involucradas en la construcción de la autopista urbana Querétaro-Cuernavaca-Toluca, la cual incluye la supervía poniente y dos tramos de segundos pisos en Periférico.

Se trata, dijo, de destinar gran parte de los recursos a obtenerse por esa vía al nuevo sistema de transporte en el Centro Histórico, la línea 4 del Metrobús, que va de la glorieta de Vaqueritos a Río de los Remedios, con una inversión de 700 millones, y la puesta en marcha de cinco rutas de la Red de Transporte de Pasajeros en la zona poniente, cuyo costo está en proceso de definición, para atender un problema de movilidad en esas zonas, sin destinar recursos públicos.

La Secretaría de Transporte y Vialidad informó que se trataría de la quinta línea del Metrobús, aunque a diferencia de los dos corredores existentes se utilizarán autobuses largos cuyo radio de giro es menor a los articulados y únicamente se requerirán algunas adecuaciones geométricas para su circulación, sin que implique la alteración o destrucción de la infraestructura existente, que es casi nueva.

La ruta está por definirse, pero se analiza que sea por Buenavista, delegación Cuauhtémoc, Rivera de San Cosme, Plaza de la República, Lafragua, Balderas, José María Marroquí, Eje Central, Bolívar, Isabel la Católica, Zócalo, Venustiano Carranza, República de El Salvador y Pino Suárez, aunque se sumaría Fray Servando, Circunvalación y San Lázaro, conectándose con las líneas 1, 2, 3, 8 y B del Metro.

Además, sus pasajeros tendrían la posibilidad de continuar su camino por cinco rutas de la RTP, dos líneas de trolebuses, el Metrobús y el tren suburbano, o bien dejar su vehículo en alguno de los 181 estacionamientos ubicados en este perímetro, argumentaron funcionarios de la dependencia, quienes señalaron que algunas de las seis rutas de transporte concesionado se mantendrán.

Mencionaron entre las ventajas de este sistema que es más económico, no requiere levantarse el adoquín, solo algunas adecuaciones para garantizar la accesibilidad de las personas discapacitadas y la colocación de estelas, no de estaciones o parabuses, para no lesionar la imagen urbana de la zona, para lo cual se trabaja con el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Autoridad del Centro Histórico.

Funcionarios de esta instancia comentaron que en las próximas semanas se dará a conocer el proyecto a fin de empezar este mismo año con la construcción de las unidades, que serán de última tecnología y las primeras adecuaciones a realizarse, una vez definido el trayecto, para estar en condiciones de echarlo a andar en 2011.