Los huérfanos tienden a desarrollar déficit de atención, agresividad o fobias: experto
A los niños de orfanato se les debe proveer de ambientes y estímulos enriquecidos
, dijo Ismael Melo
También analiza el comportamiento maternal para estudiar la evolución del sistema nervioso
Sábado 9 de octubre de 2010, p. 2
Tlaxcala, 8 de octubre. El primer contacto de la madre con su bebé después del parto es crucial, de lo contrario, en el futuro podría tener comportamientos antisociales; tal es el caso de algunos menores que viven en la orfandad, quienes, al ser rechazados por sus padres pueden padecer trastornos de déficit de atención (TDA) o conductas agresivas, señaló el especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), Ángel Ismael Melo Salazar.
A lo largo de la vida hay varios periodos críticos de desarrollo, entre ellos las etapas de parto y posparto, las cuales son muy importantes, ya que en éstas se desarrollan las conductas sociales del ser humano.
El especialista en neuroendocrinología del desarrollo y catedrático de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), indicó que cuando a los niños se les aísla del seno familiar o son abandonados, y por consiguiente no recibieron estímulos táctiles, de calor o protección materna, más adelante presentan alteraciones conductuales muy evidentes, entre ellas, de tipo sexual, hiperactividad, de aprendizaje o son más agresivos e inseguros
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Más que alimentación
El científico, quien también analiza la conducta maternal como modelo para estudiar el desarrollo del sistema nervioso, ejemplificó que los menores abandonados son los que podrían presentar estos comportamientos, ya que si bien durante su desarrollo fueron alimentados por otras personas no recibieron cuidado maternal alguno.
Dentro de los orfanatos los niños tienen alimentación, protección, incluso estímulos programados, sin embargo no tienen lo principal: el calor familiar, de madre y hermanos; al no contar con ellos se aislan, y esto se refleja cuando otras personas tratan de interactuar con ellos y se les dificulta acoplarse.
En cambio, manifestó que los menores que desde el nacimiento tuvieron contacto con su progenitora no tienen este tipo de conductas, e incluso se les facilita socializar.
De acuerdo con el especialista, la conducta de los menores que son rechazados se puede heredar por generaciones. “Encontramos que los individuos que recibieron un pobre cuidado materno, cuando son padres tienden a transmitir el mismo patrón de conducta, se puede dar en la tercera o en la quinta generación; es decir, que si sufrí abandono y por tanto tuve conductas antisociales, puede ser posible que mis nietos o bisnietos se comporten igual.
Los orfanatos proveen a los niños de alimentación y protección, sin embargo no tienen lo principal: el calor familiar de madre y hermanos, señaló el especialista. En la imagen, la guía espiritual india Amma, quien ha dedicado su vida a aliviar el sufrimiento con el simple gesto del abrazo. Se dice que en 30 años ha tomado en brazos a más de 29 millones de personasFoto Reuters
Por ejemplo, se ha reportado que 30 por ciento de las mujeres que sufrieron maltrato en la infancia, cuando son madres expresan esta conducta hacia sus hijos, y los hijos a la vez lo repetirán cuando son padres
; patrón que se repite en la conducta maternal.
Melo Salazar señaló que una medida para prevenir que los niños en situación de abandono tengan comportamientos antisociales es que de inmediato una madre sustituta le ofrezca muestras de cariño a través de estímulos táctiles.
“En el caso de los huérfanos, por ejemplo, tenemos que hacer lo que ya se hace en países como Rumania, donde a los niños que se encuentran en orfanatos se les ofrecen estimulación y ambientes enriquecidos con enfermeras especiales, quienes dan a los bebés muchos estímulos sensoriales, con música. Se han hecho estudios a posteriori y el resultado es que estos niños no padecen tantas alteraciones cognitivas como aquellos que fueron abandonados.
Adultos exitosos
Se puede prevenir que el individuo sea inseguro en su etapa juvenil y adulta, y encaminarlo a que establezca buenas relaciones sociales con sus semejantes y con compañeros de la misma edad, y que entable relaciones amorosas en etapa adulta. Está bien demostrado que un bebé que tuvo un apego seguro con su madre o con su padre puede llegar a ser un adulto muy exitoso.
Sin embargo, insistió, los individuos que no recibieron afecto incluso pueden desarrollar fobia social. Por eso es muy importante que una vez que nace el bebé hay que ponerlo en contacto con la madre de manera casi inmediata, porque las primeras horas son esenciales para formar este apego.
Según cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), México ocupa el segundo lugar de América Latina en cantidad de niños huérfanos con 1.6 millones, sólo después de Brasil (3.7 millones).