La Cámara de Diputados –a excepción del PAN– exigió ayer al gobierno de Jalisco entregar los 701 millones de pesos que adeuda a la Universidad de Guadalajara (UdeG) y los 918 millones de pesos que desde mayo no ha entregado a los municipios de la zona metropolitana de la capital del estado.

También, el pleno camaral solicitó a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que investigue el manejo de recursos federales que el gobierno de Emilio González Márquez recibe a través del fondo Metropolitano y de los recursos para incrementar la matrícula, la ampliación de la oferta educativa y el reconocimiento de plantilla.

La auditoría, señala el punto de acuerdo propuesto por la diputada María Esther Sherman (PRI), tiene como objeto determinar si el gobierno del estado de Jalisco incurrió en alguna responsabilidad, al no proporcionar los 919.8 millones del Fondo Metropolitano y los 701 millones 194 mil 823.69 pesos concernientes a las contrapartes económicas comprometidas a estos fondos.

La presentación del documento provocó un amplio debate entre panistas, perredistas y priístas. Incluso, el ex candidato a gobernador del estado Jorge Arana Arana cuestionó que González Márquez se apersonara ebrio en la casa del ex rector de la UdeG, Raúl Padilla.

El legislador priísta dijo: en cuanto a la conducta del gobernador, que a veces se pone alegre, yo no lo veo mal. La verdad es que la venta del tequila a nivel nacional e internacional está muy por debajo y el hecho de que él, como mandatario del estado, lo promueva, yo lo veo bien y lo felicito, y ojalá que nos invite un tequilita de vez en cuando, que no es ningún defecto. Si él lo promueve yo lo felicito y lo celebro.

Diputados del PAN argumentaron que el conflicto derivado de la negativa del gobernador a entregar los fondos a la UdeG es de equidad, porque el gobierno del estado le aporta más de 3 mil 193 millones a su presupuesto, monto que representa 56 por ciento del gasto de esa casa de estudios.

El problema no es problema (sic) del gobierno de Jalisco. El problema es un problema estructural histórico, en donde la Universidad de Guadalajara ha venido, a lo largo de los años, quedándose rezagada en el financiamiento federal, sostuvo el panista Felipe de Jesús Rangel.