Premisas más religiosas que científicas o legales
Miércoles 6 de octubre de 2010, p. 41
El dictamen que crea la ley general de reproducción humana asistida tiene serias deficiencias, y en vez de resolver el problema del llamado alquiler de vientres
podría obstaculizar muchos otros temas que tienen que ver con investigaciones científicas de avanzada, coincidieron especialistas consultados por La Jornada.
Raymundo Canales de la Fuente, gineco-obstetra y miembro del Colegio de Bioética, afirmó que la iniciativa es deficiente en varios puntos, lo cual puede deberse a que su redacción estuvo influenciada por premisas más religiosas que científicas o legales.
Un primer detalle es que define la concepción como el momento en que se fusionan las células germinales, sin mencionar que debe ser cuando el óvulo fertilizado se fija en la matriz, y esto es muy delicado, porque puede bloquear el tema de la interrupción del embarazo, o avances científicos sobre la clonación con fines terapéuticos
, advirtió.
Además –señaló–, el texto prohíbe la generación de más de tres embriones –cuando ya es posible producir hasta 15–, y también impide a la pareja o mujer en cuestión que pida la destrucción o conservación de dichos embriones, y no hay ninguna razón, que no esté relacionada con el catolicismo, para prohibir que la pareja haga esa solicitud
, ya que no es antiética de ninguna manera.
Rosa María Álvarez de Lara, especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, afirmó que el dictamen aún tiene muchos huecos legales y aborda temas que primero deberían resolverse a nivel local.
La subrogación de vientres tendría que definirse en cada entidad. En todos los códigos civiles la filiación materna se establece por quien da a luz, porque está hecha cuando todavía no existían estos adelantos científicos
, dijo.