Durante 30 minutos, presuntos sicarios y elementos de fuerzas federales se enfrentaron en el sur de Monterrey, Nuevo León, a un kilómetro de distancia del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, cuyas instalaciones fueron cerradas en ese lapso. Varios vehículos estacionados en la zona resultaron alcanzados por impactos de bala.

Testigos aseguraron que a las 17:30 horas escucharon detonaciones de granadas, y en un principio se habló extraoficialmente de personas lesionadas, pero los puestos de socorro sólo atendieron a un conductor con crisis nerviosa, porque desconocidos lo despojaron de su vehículo.

Por la madrugada, en la zona habitacional Ciudad Solidaridad, al poniente de Monterrey, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Nuevo León y soldados se enfrentaron con sujetos que habían secuestrado a un ciudadano estadunidense.

La refriega arrojó un saldo de dos sicarios muertos, tres agentes heridos, el rescate de la persona plagiada, identificada como Mario Alberto Martínez –quien resultó herido de bala– y la incautación de varias armas.

En la carretera que conduce de la capital regiomontana a Saltillo, Coahuila, decenas de policías federales detuvieron a cinco sujetos que habían robado dos camiones-pipa con 31 mil 500 litros de gasolina cada uno, los cuales habían salido de Reynosa, Tamaulipas, con destino a Monterrey.

En el municipio de San Pedro de las Colonias, Coahuila, militares liberaron a 14 personas (nueve hombres y cinco mujeres) que permanecían secuestradas, cuando uno de los plagiarios las trasladaba de una casa de seguridad a otra, a bordo de una camioneta, amordazados y maniatados, informó la fiscalía general de la entidad.

En Acapulco, Guerrero, unos 100 agentes federales y soldados cercaron el hospital privado Magallanes, donde fue hospitalizado un jefe policiaco, cuyo nombre no fue revelado, quien resultó herido en un tiroteo con presuntos sicarios. El operativo provocó un severo congestionamiento vial por más de cuatro horas y el cierre de negocios.

Ayer, el hampa dejó un saldo de 37 personas asesinadas en Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Sinaloa, Guerrero, Jalisco y Nayarit. Entre los muertos figuran Concepción Acosta, policía municipal de Guasave, Sinaloa, y los hijos de éste, Cristian Omar y Fredy Acosta Arias.

En la lista de ejecutados también aparecen Ramón Sánchez, elemento de la policía metropolitana de Tamaulipas, y Humberto Bayona, comandante de la policía municipal de San Dimas, Durango.

En Tijuana, Baja California, agentes estatales detuvieron a Juan Carlos Durán, El Psycho, y su pareja sentimental Dionne García, acusados de fabricar drogas sintéticas en Chicago, Estados Unidos, cuyas autoridades los ubican en la lista de los fugitivos más buscados por la Oficina Federal de Investigaciones.